Las comidas, en el sentido que damos a esta palabra, han empezado con la segunda edad de la especie humana, es decir desde el momento que dejó de alimentarse con frutas.
La preparación y distribución de los manjares han necesitado la reunión en familia; los jefes distribuían a sus hijos los productos de la caza, y los hijos adultos hacían lo mismo con sus ancianos padres, apunta Brillat-Savarin en su obra Fisiología del gusto.
La forma de cocina de los taínos era limitada, ya que no tuvieron mucha variedad en la elaboración de sus alimentos.
El asado directo a la brasa. En este estudio tal como señala Fradique Lizardo, nos limitamos a las carnes. El más simple de todos es poner las mismas a la acción directa de las brasas y para esto usarían puntas de lanzas o flechas, alguna piedra grande y puntiaguda o simplemente coladas de algunas fibras vegetales y muy retorcidas que resistieran un poco la acción del fuego.
El asado al rescoldo. Usado mundialmente como recurso culinario y aún tenemos la batata asada entre cenizas.
El hervido o salcochado. Método universal de cocina, al cual nuestros indígenas no eran ajenos, está bastante bien documentado y fue común a todos los grupos.
El asado a distancia. Fue uno de los métodos favoritos de nuestros indígenas, recibió el nombre particular de “barbacoa”, aunque durante mucho tiempo su uso estuvo bastante restringido; entre nosotros, era destinado a las zonas rurales.
El ahumado. Aunque nuestros indígenas usaran el mismo procedimiento para asar y para ahumar, llamado barbacoa o bucán.
