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La desconfianza en la política

La desconfianza en la política

César Mella

La confianza recíproca nos aporta seguridad. El tener fe en la lealtad del otro hacia nosotros, genera tranquilidad. Es creer de antemano que uno no va a ser engañado ni traicionado por el compañero.

Una infancia feliz y rodeada del factor confianza puede producir un adulto seguro y no todo   lo contrario.

La injustificada y permanente falta de confianza es la madre de conductas como los celos, la inseguridad y hasta el paranoidismo, que es una condición mental patológica que se observa como parte del menú de la esquizofrenia paranoide.

El paranoide desconfía de todo, vive en constante alerta y juzga las acciones de los demás como deliberadamente hostiles.

Estas  ideas, con modificaciones, las he extraído de los escritos del psiquiatra madrileño Benito Peral, quien afirma que “en el ámbito de la pareja es la confianza mutua la que da solidez a la relación” y agrega que “es el engaño y la infidelidad de uno o de ambos lo que hace que la pareja salte y se disuelva. A medida que disminuye la confianza del uno por el otro aparece un sentimiento atroz: Los celos”.

Dice un refrán “piensa mal y acertaras”, pero no es así, es preferible confiar en los demás aun a sabiendas de que en algunas oportunidades seremos defraudados, a veces por seres muy queridos. Ello es preferible a estar sumidos siempre en ese infierno que es la desconfianza  permanente.

Pero de este tema lo más importante es tener confianza en nosotros mismos.

La gente de baja autoestima minimiza sus facultades y potencialidades y vive desdoblándose con diferentes mascaras  y simulaciones. En el fondo está el temor al rechazo, la inseguridad que es prima hermana de la autoestima baja.

Yo les digo a muchos pacientes “ Ud. no es superior ni inferior a nadie,  por favor evite las comparaciones “…

A muchos seres humanos les recomiendo bajar un poco las expectativas y auto exigencias  sobre su progreso y metas por alcanzar, pues esto, ligado a la baja autoestima, nos lleva a pensar que son “otros” los culpables de nuestro estancamiento y que en consecuencia esa es una vía segura hacia el cultivo del sentimiento de desconfiar.

En la vida muchas veces lo único que cuenta es actuar con buena fe a sabiendas que podemos equivocarnos.

¿Cuántos empleados de nuestra mayor confianza, nos han sustraído  bienes de nuestra propia empresa, a veces para montar tienda aparte?

¿Cuántas damas pudorosas y que comulgan cada domingo tienen años en relaciones trianguladas (infidelidad) ante la vista de los puros?  Esto último, por supuesto es válido para los caballeros.

La confianza y su práctica es una virtud.

Si Pedro y Judas traicionaron a su líder… ¿ qué esperamos de una humanidad en creciente deterioro de valores?

Aun hay persona que basados en la confianza hacen transacciones  millonarias sin que le firmen un solo papel basados en la confianza de su cliente.

Lo  más terrible en el campo de la política es la falta de confianza entre líderes y compañeros…

Debemos promover valores como es el cumplimiento de la palabra empeñada; el amor por la verdad; el trabajo de la familia y la escuela para  elevar la autoestima y  solo así tendremos gente integra, confiada y confiables que abone hacia una sociedad mejor.