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La espada de Leonel

La espada de Leonel

Manuel Fermín

La espada de Leonel, envainada con noble gesto ante las escaramuzas de adictos a la urdimbre con groseras acusaciones. Político sin acrimonias, odios ni venganzas contra nadie, pero ya cautelosa y solapadamente comienzan a manifestarse ciertas gestiones de intentos de desacreditarle en algunos telediarios, las redes sociales, columnistas de periódicos, vocingleros de radio tratando de crear un muro de contención en la conciencia de los votantes decididos a jurarle adhesión.

En los últimos 25 años Fernández ha recibido tanta censura -creo que logra un empate con Balaguer-, pero ahora Leonel le supera en cuanto al coro de satanizadores que lo aguijonean como oficioso de la política pues cada usuario de la Red que no le simpatice le acosa.

Tal es la operación que pretenden hoy llevar a cabo los gestores de tan nefanda campaña por disminuir sus posibilidades de retorno, que alcanzan a hacerse la ilusión de que convencen al votante de que la sola pretensión de explicar un programa político en el marco del próximo proceso electoral, le permite regodearse en sus diatribas de que hay un peligro en cierne con su regreso. Claro, disfrazan así su fantasía, y en los que identifico en estos asuntos hay cosas digamos… pintorescas: dice la devaluada pluma de un columnista de periódico “que su retorno sería un peligro para la nación”; o la edición del miércoles, 6 de diciembre del 2023, Diario Libre, El Espía: Amnesia en la política dominicana, refiere que Fernández dijo que nunca privatizó ninguna empresa pública. “Será que con la edad al doctor Fernández se le están olvidando cositas pequeñas como Corde, por ejemplo, o la CDE y Unión Fenosa? ¡Qué burdos e ignorantes! ¿Acaso capitalización es privatización?; Itabo y Haina fueron vendidas?; pero más: qué se capitalizó de Corde? Cuando Leonel era un mozalbete ya de Corde quedaba poco, y aquí sí aplica la expresión de Benito Pérez Galdós: Memorias de un desmemoriado.