Aunque muchas veces no se les de importancia el Zinc es uno de los minerales más esenciales en el desarrollo vital de los humanos, especialmente de los niños.
Segun explica la doctora Rosa Flores, el zinc está distribuido de forma abundante en todo el cuerpo humano y ocupa el segundo lugar después del hierro entre los oligoelementos. Señala que el cuerpo humano tiene aproximadamente 2 a 3 gramos de zinc, estando sus mayores concentraciones en el hígado, páncreas, huesos y músculos.
“Este interviene en el proceso del crecimiento, la diferenciación y el metabolismo celular. Diversos estudios han demostrado la asociación de deficiencia de zinc con el retraso de madurez sexual, inhibición del crecimiento y a una resistencia a la infección en niños”, señala la especialista en nutrición.
Agrega que “también se ha encontrado que los niños con deficiencia de zinc, tienen mayor riesgo de presentar diarrea y enfermedades respiratorias. Por tanto, un estado adecuado de este mineral tiene mucha importancia en el crecimiento, promoción de la salud y prevención de enfermedades”.
Resalta que si bien no es frecuente que en el ser humano se produzca un déficit grave de zinc, sí puede existir una carencia leve o moderada, siendo un problema mundial (junto con la deficiencia de hierro), especialmente en los países subdesarrollados.
Dice que la absorción del zinc va a depender de la cantidad del mismo en la dieta y la presencia de algunas sustancias, como los fitatos en el organismo que afectan su absorción. “Una dieta rica en proteínas favorece la absorción de zinc.
Al igual que el hiero, el zinc se absorbe mejor a partir de la leche humana que de la leche de vaca (por esto es importante la suplementación de la madre durante el embarazo y la lactancia)”, explica la especialista de Citrus Salud.
La nutricionista explica que la lactancia materna exclusiva los primeros seis meses de vida y una alimentación complementaria adecuada a partir de los seis meses, así como la suplementación con micronutrientes y el enriquecimiento de los alimentos, pueden reducir el riesgo de retraso del crecimiento y además aportará beneficios nutricionales importantes a los niños.
“La dosis recomendada que debe consumir un en niños es de 5 miligramos (de 0 a 12 meses) y 10 miligramos en niños de 1-10 años”, dice.
Fuentes de zinc:
• Alimentos de origen animal: ternera, pavo, carne de cwrdo magre, el cordero, víceras (hígado), yogurt natural, yema de huevo, el pescado, ostras, sardinas, mariscos.
• Alimentos de origen vegetal: levadura de cerveza, algas, auyama y sus semillas, legumbres, nueces, maní, higos, lecitina de soja, soja y cereales integrales.
UN APUNTE
Deficiencia de zinc
– Retraso de crecimiento.
– Retraso de maduración sexual.
-Hipogonadismo.
– Retraso en la curación de heridas.
– Disminución del apetito.
– Deficiencias inmunitarias.
– Lesiones oculares, como fotofobia y ceguera nocturna.