Edward Mayobanex Rodríguez Montero, señalado en el expedinte de la fiscaía como la persona responable de coordinar el operitivo que terminó con el asesinato de los colobianos.
Santo Domingo.- Hace exactamente 15 años, que se cumplen hoy, cuando el 04 de agosto del 2008, siete colombianos fueron asesinados en Ojo de Agua, en Peravia, provincia Baní, hecho que fue atribuido a un tumbe de unos 1,300 kilos de cocaína traídos al país desde Colombia, este suceso, conmovió a toda una sociedad.
Un total de al menos 18 implicados en la “Matanza de Paya”, como se le denominó al caso, fueron enviados a juicio, por el entonces juez del Primer Juzgado de la Instrucción del Distrito Nacional, Román Berroa Hiciano, quien habría dictado apertura a juicio de los imputados, y descargando a de la implicación a nueve.
Tras el Ministerio Público, presentar formalmente la acusación, el magistrado atendió mediamente la acusación presentada, y que luego se aperturó juicio contra Luis Lara Martínez, José Luis Montás Vargas (El Duro Motors), los ex capitanes de navío de la Marina de Guerra, Edward Mayobanex Rodríguez Montero, Jorge Luis Chalas; el ex teniente coronel Ricardo Guzmán Pérez.
También, los ex tenientes Andrés Tapia Balbuena y Miguel Peña Figueo; los ex sargentos Antonio Manuel Pineda Roché, Redys Manuel Encarnación Quezada, así como los civiles Andrés Berroa Mercedes (El Capi), Yaneuri Manuel Calvo Tejeda, Dennys Jairo Rodríguez Pérez, Joé Martín Sterlin Villalón, Joaquín Pérez Féliz, Domingo Onésimo Marmolejos Santana, Scarlet Aristy Rosa, Marcos Fajardo Almonte y el ex sargento y abogado José Simé Cisneros.
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único sobreviviente, quien quedó con vida para contralo, porque se hizo pasar por muerto, el nicaragüense, Orin Clinton, fue admitido como querellante en el expediente acusatorio contra el grupo y quien acuso de asesinato.
El cabecilla en la ejecución
Tras lo sucedido, para realizar la ejecución contra los colombianos, se nombra a Edward Mayobanex Rodríguez Montero, quien haciéndose pasar como miembro de la Dirección Nacional de Control de Drogas, y usando chalecos de esa institución, enclavó a los señores Jorge Luis Chalas, Andrés Tapia Balbuena y Antonio Manuel Roché Pineda, respectivamente. Además, a un primo llamado Eliécer Yohannet D´Oleo Montero, y fueron hasta la casa de los colombianos, ubicada en Paya, que era propiedad de uno de los asesinados llamado Darío Vargas (El Don), en la que esperaron la llegada de los demás extranjeros. Luego que estos llegaron, sus verdugos procedieron sin remediar palabras, a montarlos en los vehículos, dirigiéndose hasta el cañaveral donde fueron asesinados.
El Caso