Opinión

¿La misma película?

¿La misma película?

La Procuraduría General anunció ayer el desmantelamiento de lo que define como una poderosa banda de narcotraficantes encabezada por César Emilio Peralta (El Abusador) que también operaba una red de lavado de dinero a través de discotecas y negocios vinculados al entretenimiento.

Esa estructura de narco sería una mutación de otras que las autoridades con la colaboración de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) creen haber desmantelado desde hace más de 20 años, pero que al parecer se mantienen operando cubiertas por impunidad.

El Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha colocado a Peralta y a otros ocho dominicanos en la lista de traficantes importantes, algunos de los cuales figuraron en expedientes relacionados con otras bandas lideradas en el pasado por Rolando Florián Féliz, Ramón Antonio del Rosario Puente (Toño Leña), José David Figueroa Agosto y Quirino Ernesto Paulino Castillo.

El operativo de ayer ha sido el más amplio y espectacular emprendido por las autoridades contra el narcotráfico, con el empleo de cientos de tropas y fiscales que realizaron unos 50 allanamientos en el Distrito Nacional, Santo Domingo Este, Santiago y La Romana.

Llama la atención la activa participación de la DEA, tanto en la fase de investigación como en el diseño de las redadas e identificación de bienes y activos detentados por la red de narcotraficantes que supuestamente encabezaría el tal El Abusador, quien no ha sido localizado por las autoridades.

Lo de ayer se presenta como un nuevo filme de una saga cinematográfica puesta en pantalla hace más de 20 años protagonizada por gente acusada de introducir a Estados Unidos y Europa miles de toneladas de drogas y blanquear cientos de millones de dólares.

Cada cierto tiempo en esas películas aparecen nuevos actores, que antes tenían papeles secundarios, aunque otros mueren en la cárcel, escenifican espectaculares fugas o son extraditados a Estados Unidos para regresar después libres de pecado.

Por lo que ha señalado el procurador Jean Alain Rodríguez, se procura desmantelar un poderoso cártel con ramificaciones que llegarían Dios sabe a dónde, pero tanta espectacularidad hace temer que se trate de una nueva versión de una vieja película.

El Nacional

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