Angelita Curiel, conocida en los escenarios como La Mulatona, fue mucho más que una vedette. Fue una figura que encarnó el empoderamiento, la sensualidad artística y la dignidad de la mujer en un tiempo donde la escena cultural dominicana aún luchaba por romper estereotipos y prejuicios raciales.
En los años donde el arte era respetado y cultivado con devoción, su presencia en los escenarios significaba una revolución silenciosa.
Con su elegancia, dominio escénico y carisma, logró capturar la atención del público y elevar el vedetismo a una forma de expresión legítima y respetable, mezclando danza, teatro y provocación con un sentido profundo de identidad y estilo.
El arte del vedetismo en República Dominicana alcanzó un nivel de sofisticación gracias a figuras como Angelita, quienes supieron defender el espectáculo sin caer en la vulgaridad, haciendo del cuerpo una herramienta estética más que un simple objeto de deseo.
En una época donde la mujer artista enfrentaba una doble carga (el machismo cultural y la mirada crítica del conservadurismo social), La Mulatona emergió como un símbolo de libertad escénica, llevando al público dominicano a valorar el arte del entretenimiento desde una óptica más amplia, compleja y humana.
Lo más notable de su legado fue su capacidad de fusionar el folclore con lo moderno, lo caribeño con lo cosmopolita, y lo provocador con lo poético.
Su arte no se limitaba a entretener, era una forma de decir “aquí estamos” a nombre de muchas mujeres marginadas por su color de piel o su condición social.
En su figura se condensaban las luchas invisibles de muchas, transformadas en brillo, plumas y pasos firmes sobre el escenario.
Cada presentación suya era un acto de afirmación cultural, y por eso el público la respetaba, la admiraba y la recordaba mucho después de que se apagaban las luces del teatro.
Hija de dos grandes artistas: Ángela Vásquez y Tony Curiel, Angelita defendió con dignidad el arte y la formación recibida de sus progenitores.
Sus actuaciones en El Show del Mediodía, como vedette, luego como humorista del popular Cuadro de Comedias de La Costumbre, le dieron el aval suficiente para que su talento en el humor lo pusiera también al servicio de espacios exitosos como El Show de Luisito y Anthony y De Remate, por Color Visión, y más tarde en producciones de Telemicro, canal 5.
Hoy, al analizar una trayectoria que también traspasó el humor, donde se estableció como libretista y humorista, se puede decir que Angelita Curiel no solo fue una artista destacada de su tiempo, sino un pilar en la evolución del arte popular dominicano.
Su historia merece ser contada con respeto y orgullo, porque marcó un antes y un después en cómo se percibía el vedetismo en el país.
En tiempos donde el arte era valorado no solo por su forma, sino por su fondo, La Mulatona supo dejar una huella que trasciende generaciones y nos recuerda que el verdadero arte siempre encuentra la manera de desafiar, inspirar y dignificar.

Un Apunte
Velatorio
Angelita Curiel falleció la noche del pasado sábado. Sus restos fueron velados en la mañana de ayer domingo en la Funeraria Invi (Savica, de Gazcue) y sepultados, en horas de la tarde, en el cementerio Cristo Redentor.
Durante una entrevista concedida en 2023 a Jatnna Tavárez, en su programa Con Jatnna, Angelita reveló el por qué decidió retirarse del vedetismo. “Yo bailaba por pasión, por entrega, por amor al público y dije para bailar, ya no tenía esa pasión, mis hijos estaban creciendo, dije hasta aquí con honores, me retiré linda, bonita. Mis padres me dijeron, retírate a tiempo y no esperes a que compadezcas a las personas”.