¿Qué Pasa?

La rúcula: una hortaliza muy saludable

La rúcula:  una hortaliza muy saludable

Aunque no es tan conocida como otras verduras y hortalizas, la rúcula o rúgula es altamante nutritiva y beneficiosa para la salud, inclusive algunos estudios han sugerido que los compuestos que contiene, como el azufre (es decir, sulforafano), que da a las verduras crucíferas ese sabor un poco amargo, son también los que les aportan su poder para combatir el cáncer (tanto de esófago, próstata, páncreas o melanoma.

Su sabor, ligeramente picante y ácido, convierte a la rúcula en una verdura gourmet que combinada con ingredientes como las nueces, los pimientos dulces, o la carne de pollo, dan una muy buena ensalada.

Es un tipo de hortaliza comestible, su tallo y sus hojas, en especial su uso es culinario, para recetas de lujo por su sabor particular. Suele crecer entre 20 y 100 centímetros y se utilizaba en el Imperio Romano con fines culinarios, pero era de esos alimentos denominados afrodisíacos.

Entre sus beneficios se puede destacar que es rica en vitamina A, por lo que contribuye al buen funcionamiento del sistema visual. Además, la rúcula es buena para la prevención de la osteoporosis, por su gran aporte de calcio y de vitamina K, que favorecen el fortalecimiento de los huesos.

La rúcula es una buena aliada para bajar de peso por los buenos niveles de fibra que contiene, lo cual ayuda a tener una buena digestión, porque activa el metabolismo y permite que la sensación de saciedad suceda rápidamente.

Una recomendación a la hora de adquirirla es tener pendiente la tonalidad de sus hojas: si las tiene amarillenta mejor no consumirla, ya que eso significa que ha perdido la mayoría o todas sus propiedades nutricionales, lo que podría provocar daños y no beneficios.

Otra precaución a tomar en cuenta es en el caso de recoger rúcula salvaje, debido a que puede ser confundida con algún vegetal venenoso y no rúcula.

Está contraindica para los pacientes que padezcan de enfermedades renales.

El dato

Ensalada Caprese

Ingredientes:
2 tomates grandes, maduros y duros
2 bolas de queso mozzarela
Algunas hojas de albahaca
Algunas hojas de rúcula
Aceite de oliva virgen
Sal a gusto

Cómo prepararla:

1.- Lavar los tomates, secarlos y cortarlos en rodajas finas.

2.- Cortar la mozzarela en rodajas o en trozos.
3.- En un plato montar las rodajas de los tomates y de la mozzarela, como si fuesen montaditos en redondo, como los de la foto.

4.- Lavar las hojas de albahaca y machacarlas en un mortero con un poco de sal y el aceite de oliva virgen.

5.- Añadir esta mezcla por encima de la ensalada Caprese y luego decorarla con unas hojitas de rúcula.