Después de varios años sin presentarse en República Dominicana la cantante puertorriqueña La Sophy evocó emociones intensas, trayéndoles recuerdos y tocándoles las fibras más profundas a sus seguidores que abarrotaron la Sala Carlos Piantini del Teatro Nacional Eduardo Brito, el pasado sábado.

«Sophy Sinfónico» fue el nombre del exquisito concierto que brindó la artista, acompañada de la Filarmónica de Santo Domingo, bajo la batuta del maestro Amaury Sánchez, quienes crearon una atmósfera mágica, a través de las canciones que permitieron que en algunos aparecieran fuertes sentimientos y otros simplemente recordarán aquellos años mozos.

La emoción y la ansiedad por verla, emanaba del público, y su espera terminó a las 8:48 de la noche, cuando vestida de negro, con gran energía y carisma, Sophy salió a escena con la ovación del público, puesto de pie, con el primer tema de la velada, Perdón, demostrando que su voz sigue intacta a pesar de los años que han pasado.

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Con los más de 50 músicos, la potente de voz de la artista, la conexión profunda con sus seguidores, llevándoles una experiencia sonora de gran magnitud, bellos arreglos, dándole un toque fresco al viaje emocional.

Temas como Al ritmo de la noche, Compárame, Necesito de ti, Conversemos, Canción para una esposa triste, Cuéntale a ella y Lo mejor de mí, formaron parte de su repertorio, con arreglos sinfónicos que dieron un toque maravilloso en cada interpretación.

Mientras los minutos avanzaban, Sophy se mostró conversadora y divertida, aprovechando está oportunidad para compartir anécdotas de su vida.

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“¡Buenas noches! ¿Cómo están ustedes?… Me siento feliz, le doy gracias a Dios por estar con ustedes, gracias por el cariño que siempre me han dado” dijo, para posteriormente expresar “¡Que emoción! Esto es un sueño, este un regalo del cielo… Gracias por estar con nosotros”.

No importan los años que hayan pasado, La Sophy continúa tocando fibras sensibles con sus interpretaciones y la ovación al final de cada canción fue un reflejo de la gratitud y admiración que sus seguidores sienten por ella.

Perfecta sincronía

El recinto vibraba de amor, sentimiento, sensualidad, recuerdos y talento, y en ese momento el maestro Amaury Sánchez, director de la orquesta, pidió unos segundos para expresar su agradecimiento por el trabajo colaborativo de los músicos que participaron en los arreglos de seis de las 20 piezas que fueron interpretadas esa noche, entre los que se encontraban dos jóvenes estudiantes egresados de la carrera de música de la UNPHU. “La música es la perfecta sincronía entre el arte y los sentidos, y es el lenguaje universal que nos comunica con el espíritu”, afirmó Sánchez, por lo que recibió un efusivo aplauso.