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La transformación de los arreglos fúnebres

La transformación de los arreglos fúnebres

La vida, muy breve y el oficio de vivirla… muy complicado. Y cuando ya se aprende a vivir, entonces hay que morirse. De ello se queja el cantautor Joaquín Sabina.

Ni está de más decir que esos preparativos fúnebres del viaje final son muy costosos. !Cuesta morirse!
Los arreglos fúnebres en Estados Unidos comienzan a transformarse y el factor económico es una de las principales razones. El precio promedio para un entierro en este país ronda por los 10 mil dólares. En tanto, el proceso de cremación anda entre 2,500 y 3,000 dólares. En el 2018, el 53.5 por ciento prefirió la cremación por encima de la inhumación con 40.5 por ciento.

Se proyecta que para el 2035 el 80 por ciento de los servicios fúnebres serán a través de la incineración, de acuerdo a la Asociación Nacional de Directores de Funerarias de Estados Unidos.

Un reciente documental en el canal HBO aporta un panorama muy interesante de cómo los estadounidenses comienzan a abrazar la partida de sus seres queridos. Se titula “Alternate endings: Six new ways to die in America” y fue dirigido por Perri Peltz y Matthew O’Neill que muestra maneras muy llamativas de morir y sus respectivos funerales.

Es el caso de Barbara Jean Simon, de Austin Texas, quien padece de cáncer pancreático y quiere que su cuerpo descanse debajo de un nuevo árbol. Estos preparativos dejan el sabor al futuro difunto de que contribuyen con el medio ambiente.

Better Place, con base en San Francisco, California, es una de las que se especializa en este tipo de arreglos fúnebres verdes. Así como también toman las cenizas de la persona fenecida, la mezclan con tierra y agua, y sirve de abono a un árbol.

Otro caso es el de Tuna, sobrenombre de uno de los fenecidos y quien era amante del espacio y los planetas. Esa pasión convenció a su hija Sara Green a darle una sepultura espacial. Por lo tanto, ella y sus dos hijos se movilizan a Nuevo México a despedir las cenizas de su padre quien fue colocado en un cohete que lo soltaría en el espacio.

Entre lágrimas, risas y desolación, Sara y sus hijos celebraban el despegue del cohete. Igualmente, otras 45 familias enviaban cenizas de sus seres queridos al cosmos ese mismo día. Celestis Memorial Spaceflights ofrece estos servicios con precios que oscilan entre US$4,995.00 y US$12,999.00.

El momento más sobrecogedor del documental recae sobre Dick Shannon, quien padece de cáncer terminal y quien ha tomado la decisión de ponerle paro al sufrimiento. Secundado por las leyes del Estado de California que permite la muerte inducida, él prepara a su familia para darle final a su vida. El plantea su decisión a su incrédula esposa e ingiere un cóctel mortal que da por terminada su existencia ante los ojos resignados de sus seres queridos.

Hoy la cremación da paso a unos rituales muy inusuales como que tus cenizas son mezcladas con la pasta que se utiliza para elaborar un disco de vinilo y con la música que te guste incluida. O puede estar dentro de un diamante. Si adoras el mar, puedes terminar en la profundidad del océano en un arrecife biodegradable.

Marcando una ruptura, actualmente las familias ya deciden tener un gran encuentro de despedida y no esperar que la tristeza los arrope. Esto lo expone el documental con una pareja de ancianos de origen mexicano y con un niño de cinco años con cáncer terminal que pide a sus padres que su funeral sea una gran fiesta.

En algunos países, el fallecimiento de una persona se convierte en un evento social de magnitud exagerada. Es el caso de Ghana donde un entierro puede durar hasta siete días. Los preparativos fúnebres suponen que honren al difunto, pero son un derroche de recursos donde familias terminan hasta endeudadas. La celebración es por todo lo alto.

La despedida de los seres queridos no tiene que contar únicamente con las exigencias de las funerarias, ya hoy entran otros agentes al juego. Usted puede comprar un ataúd en Amazon o una tienda como Walmart o Costco. Luego negocia con las funerarias otros preparativos.

La muerte es aún un tema tabú, que se niega ser parte de una conversación por lo incómodo de su naturaleza, pero los nuevos tiempos muestran determinación para dejar el miedo atrás. El que va morir ya no deja a otros decidir su fortuna.

En ese marco, la incineración es ya la norma y no solo por razones económicas, sino también por la sencillez que acarrea. Ya pocos prefieren el largo y lento entierro tradicional. Ya muchos prefieren ser quemados después de muertos que vivir enterrados.
El autor es periodista.

El Nacional

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