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Las Lilas: Una localidad olvidada a orilla del Ozama “hasta en tiempo de campaña”

Las Lilas: Una localidad olvidada a orilla del Ozama “hasta en tiempo de campaña”

localidad, la calle Orlando Martí­nez que está¡ totalmente intransitable, sin asfalto y llena de aguas negras.

Ya no importa que algunos sectores  hayan sido levantados en lugares vulnerables, en terrenos ilegales o en sitios de alto riesgo por su proximidad a  ríos y cañadas, lo que sí debe llamar la atención es que por décadas ciudadanos vivan en una “democracia”, pero sin calidad de vida, a pesar de ser seres humanos que votan y pagan impuestos como ocurre en  Las Lilas, de Santo Domingo Este.

Tampoco debería importar que Las Lilas se pobló al igual que los otros sectores ubicados  a orillas de los ríos Isabela y Ozama, que forman un cinturón de pobreza, porque los pioneros hombres y mujeres que llegaron a esos lugares desde los campos que se iban quedando despoblados, necesitaban un sitio para vivir.

Hace más de un año que el Gobierno inició la construcción de un puente en la calle Orlado Martínez, en Las Lilas, y aún esperan su terminación./Foto Jorge González
Hace más de un año que el Gobierno inició la construcción de un puente en la calle Orlado Martínez, en Las Lilas, y aún esperan su terminación./Foto Jorge González

El barrio Las Lilas, formado  a principio de los años 60 en la margen este del río Ozama, en el sector  Los Tres Brazos, empezó a  ser poblado por personas que venían desde los campos y bajo todas precariedades construían casuchas de hojalata, zinc y madera sin ningún tipo de planificación urbanística.

“Todos los gobiernos y síndicos se han olvidado de este barrio. Pedimos al Presidente que venga en auxilio de Las Lilas, que sin llover sus calles viven inundadas y llenas de aguas negras y hediondas, de mosquitos y plagas. Aquí no se puede hablar ya que las tenemos todas”, dijo  Juan Olivo Urbáez.

No importa si ha llovido o no, las calles viven llenas de aguas negras.

Desde su fundación muchas cosas han cambiado. Ya tienen energía eléctrica, en algunos casos agua potable, televisión por cable e Internet. Tienen motoconchos,  escuela y centro médico. Tienen iglesias y negocios de todo tipo. También tienen delincuencia, corrupción y políticos.

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Pero quizás lo que más afecta a esta localidad es el olvido del Gobierno y de las autoridades municipales que la han dejado en el abandono, la arrabalización, en el atraso, la inseguridad y la insalubridad. 

Sus callejuelas casi todas desechas, muchas de ellas permanecen llenas de aguas negras aun sin que haya llovido. Pero lo más preocupante son los malos olores y la cantidad de mosquitos  en algunos lugares.

Jorge González

Periodista, fotógrafo, reportajista y editor fotográfico de El Nacional