Opinión Editorial

Las madejas del canciller

Las madejas del canciller

Ante el desbordamiento de la violencia protagonizada por una coalición de bandas armadas, Estados Unidos no descarta el envío de tropas a Haití como parte de una solución internacional, sobre lo cual la jefa del Comando Sur, Laura Richardson, dijo que “no lo descartamos en ningún momento”.

En la medida que se recrudece la crisis haitiana también se modifica el recetario de abordaje, razón por la cual no debería asumirse como casual, diplomático o espontaneo la afirmación de la generala Richardson, de que sería posible la participación estadounidense en un proyecto colectivo de intervención en Haití.
Resulta difícil precisar lo que ocurre hoy en Haití, si sería pura y simplemente un incremento de la dilatada violencia, delincuencia y criminalidad, o si se trata ya de un conflicto armado por la toma del poder entre un difuso liderazgo asociado a las bandas armadas contra el que apadrina la comunidad internacional.

En ese contexto, tal parece que el gobierno dominicano procura, en las actuales circunstancias, recuperar liderazgo a nivel internacional en lo referido al drama haitiano, porque de otra manera no se explicaría el activismo mediático del canciller, Roberto Álvarez, quien ha ofrecido entrevistas a medios locales y foráneos.

La Cancillería censuró a la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, por la emisión de “un comunicado unilateral” que atribuye a la Comunidad de Estados Centroamericanos y del Caribe (Celac) advertir que una acción militar en Haití violenta el principio de no intervención y de respeto a la autodeterminación de los pueblos.

El canciller Álvarez no se explica la insistencia de Naciones Unidas (ONU) sobre un supuesto puente aéreo desde y hacia Haití, cuya versión dijo ha sido negada en múltiples ocasiones por el gobierno dominicano, además de aclarar que un lote de cajas publicado en la prensa contiene sangre solicitada por las autoridades haitianas.

Más antes, el ministerio de Relaciones Exteriores rechazó el emplazamiento de la ONU de detener las deportaciones masivas de indocumentados haitianos y reiteró el propósito de impedir ingreso masivo de refugiados como consecuencia de la crisis haitiana.

Sin participar en la Cumbre de Jamaica, en la cual el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, y líderes de la Caricom aprobaron la instalación de un Consejo Presidencial en Haití, el gobierno dominicano procura reconquistar un extraviado liderazgo en torno a la crisis haitiana. Ojalá que no se líe en propias madejas.

El Nacional

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