¿Qué Pasa?

Lechuga la reina de las ensaladas

Lechuga  la reina de las ensaladas

Cuando escuchamos mencionar la palabra dieta, solo pensamos en lechuga, y aunque este vegetal es la reina de las ensaladas, y a la que acudimos inmediatamente cuando queremos perder peso, está cargada de múltiples beneficios para nuestro organismo.

Se puede consumir este producto durante todo el año, y lo mejor es que cuenta con una extensa variedad, entre ellas: lechuga beluga, lechuga francesa o trocadero, lechuga batavia, Tudela Mantecosa, Iceberg, Lollo Rossa, Red Salad Bowl, Cracarelle, y la más conocida de todas, lechuga romana.

La lechuga, cuyo cultivo se remonta a una antigüedad de 2,500 años tiene una aportación calórica mínima, pues solo unos 100 gramos proporciona 15 calorías al organismo.

Este delicioso vegetal además se caracteriza por poseer una gran cantidad de vitamina A, C, E, B1, B2, B3, así como de grasas, azúcares, proteínas, tiamina, riboflavina, ácido pantoténico, calcio, hierro, magnesio, manganeso, fósforo, potasio, sodio y zinc, por lo que al consumir un porción todos los días de lechuga, te ayudará a proporcionarle a tu cuerpo, todos los nutrientes que necesitas.

Comida sana: como es un vegetal que se come crudo, la lechuga no debe pasar por un proceso de cocción que le podría quitar todas sus propiedades nutritivas. Esta nos proporciona todo los nutrientes que nuestro organismo necesita y que no podemos conseguir en alimentos procesados.

Anemia y corazón: la lechuga combate la anemia, gracias a su alta cantidad de hierro. En cuanto a sus beneficios para el corazón, aporta la cantidad necesaria de vitamina A y betacarotenos, que trabajan juntos para prevenir la oxidación del colesterol.

Gripe y envejecimiento: este vegetal retrasa el envejecimiento por ser una fuente de antioxidantes, y ayuda a combatir los síntomas de la gripe al fortalecer las vías respiratorias.

Recuerda

Debes conservar la lechuga en un lugar húmedo y fresco. No debe congelarse. Si se decide guardarla en la nevera hay que dejarla en el cajón de los vegetales, sin lavarla. Si la lavas procura que no pasen 48 horas antes de consumirla. En caso que decidas dejarla fuera, procura que le llegue el aire y la luz.

– Cuando vamos a lavar la lechuga, normalmente la sumergimos en agua, pero evita dejarla remojar demasiado tiempo, pues se puede perder gran parte de sus minerales y vitaminas.

– Prepárala poco antes de comer y solo sazónala con vinagre o zumo de limón y un poquito de sal.

UN APUNTE

¿Cómo elegirlas?

Al comprar la lechuga procura que esta luzca de un color verde brillante, que puede ir del tono verde oscuro a verde claro.
Las hojas no deben presentar las puntas quemadas ni los bordes de color marrón.