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Lecturas electorales

Lecturas electorales

Carlos Manuel Estrella

Las elecciones municipales de 2024 tienen lecturas variopintas, de éxito y fracaso al mismo tiempo según la perspectiva, como si se tratase de mirar el contenido de un vaso si está medio lleno o vacío a la mitad, no obstante, existen indicadores objetivos que permiten valoraciones precisas.

Las mejores notas son para la Junta Central Electoral (JCE) que hizo bien la tarea asignada por la Constitución y leyes, devolvió la confianza ciudadana en el organismo, trabajó con eficiencia, transparencia y ética que le ganaron credibilidad junto a las 157 juntas municipales y la del Distrito Nacional.

Los que quedan en deuda son los ciudadanos apáticos que no acudieron al llamado cívico y deber constitucional de ejercer su derecho al sufragio, así como los partidos y candidatos edilicios que no lograron concitar la atención con propuestas reales y motivación a electores para que acudieran a votar.

Los nuevos votantes y el rango de empadronados entre 18-40 años no parecieron entusiasmados por ofertas electorales a juzgar por la percepción general de que la mayoría de concurrentes a los colegios estuvo sobre esa franja etaria que es la minoritaria frente a jóvenes primeros sufragistas, que eran más.

La abstención, con datos aportados por la propia JCE, se ubica en 53,33% producto de 3,775,587 votos emitidos de un padrón de 8,105,151 pero debe restarse 870,000 empadronados en el exterior que no votan en las municipales, que deja un neto de 7,235,151 habilitados y la no concurrencia real es 47,81%.

Si bien está por debajo del 50,86% de 2020 con todo y Covid-19, no es excusa para restar legitimidad a ganadores, al contrario, debe ser lección para partidos y candidatos revertir tendencia y frenar el arrastre de hecho, no de derecho, de aspirantes presidenciales, y valorar el voto preferencial, individual.