Editorial Opinión

 Lejos, muy lejos

 Lejos, muy lejos

La crisis de Haití está lejos todavía de poder ser abordada por vía de una misión militar internacional, como también se torna difícil alcanzar una solución al diferendo con República Dominicana causado por la construcción del lado haitiano de un canal de riego en el río Masacre.

Cuando se creía que todo estaba arreglado para el pronto despliegue en esa nación de una fuerza de pacificación, encabezada por Kenia, el gobierno de ese país advierte que no enviará tropas a Puerto Príncipe sin que antes Naciones Unidas (ONU) le entregue 225 millones de euros.

En su resolución de aprobación de esa misión militar, el Consejo de Seguridad de la ONU no cuantificó los fondos que se requerirían para esa operación ni las fuentes que los aportaría, pero el ministro keniano de Interior, Kithure Kindiki, considera que ese dinero debe ser aportado por los Estados miembros.

Lo que queda claro es que las tropas kenianas no mudarán un paso desde África a menos que la ONU deposite la cantidad de dinero exigida, lo que no se produciría en el corto plazo, en razón de que la atención de esa organización está dirigida hoy hacia el gravísimo conflicto entre Israel y Hamás.

La diplomacia haitiana no muestra mayor interés en que esa fuerza de pacificación arribe prontamente a su territorio, quizás porque el gobierno ha encontrado en el diferendo con su vecino dominicano una cómoda manera de entretener a su población.

Lo ocurrido el martes en un trazo limítrofe entre Dajabon y Juana Méndez, donde haitianos cruzaron al lado dominicano, intentaron destruir un borne fronterizo y cavaron una zanja para impedir el patrullaje militar, se define como un grave suceso que motivó una conferencia entre los cancilleres de ambos países.

El canciller haitiano dijo que “soldados dominicanos, apoyados con vehículos blindados y un helicóptero, violaron el territorio haitiano”, pero su homólogo, Roberto Álvarez, aseguró que “ningún militar dominicano ha violado la integridad territorial haitiana”.

Por la advertencia del gobierno de Kenia, de que no movilizará tropas sin previo depósito de 225 millones de euros, y por el incidente del martes en la frontera dominico haitiana, se alejan las posibilidades de que en el corto plazo arribe a Puerto Príncipe la cacareada misión de pacificación o que se resuelva el grave diferendo entre Haití y República Dominicana, que tiende a agravarse..

El Nacional

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