Articulistas Opinión

Libre pensar

Libre pensar

Oscar López Reyes

Bosch, Danilo y corrupción


Juan Bosch, fecundo cuentista, novelista y pundonoroso, cuando describió las fechorías de los filibusteros-piratas del siglo XVII, y el crecido capital acaparador de Trujillo, no pensó que “discípulos” suyos en el PLD cargarían del erario con un botín de miles de millones de “hojuelas” del metal más precioso.

Los inmensos expedientes judiciales, en ninguno de los cuales figura el astuto jefe operativo de ese partido, Danilo Medina (ejemplificador del lobo), el más escaso de los potentados de su señorío gubernamental, cuestión pertinente para una novela que llevaría por epígrafe “El rey pobre y los cortesanos ricos”.

En las rapiñas se estampan decenas de evidencias punitivas, pero no está incurso el ex presidente Medina, quien rememora el libro “Fábulas antiguas de China”, que inserta una del pensador Lie Zi, titulada “El hombre que no vio a nadie”.

Parlotea así: “Había una vez un hombre en el reino de Qi que tenía sed de oro. Una mañana se vistió con elegancia y se fue a la plaza. Apenas llegó al puesto del comerciante en oro, se apoderó de una pieza y se escabulló. El oficial que lo aprehendió le preguntó: – ¿Por qué robó el oro en presencia de tanta gente? -Cuando tomé el oro -contestó-, no vi a nadie. No vi más que el oro”.

Bosch tampoco imaginó los actuales escándalos cuando proclamó, en 1982, que “Los dominicanos saben muy bien que si tomamos el poder no habrá un peledeísta que se haga rico con los fondos públicos; no habrá un peledeísta que abuse de su autoridad en perjuicio de un dominicano; no habrá un peledeísta que le oculte al país un hecho incorrecto o sucio o inmoral”.

En lugar de atender este mensaje moralista, peledeístas de la cúpula malinterpretaron los planteamientos de Bosch sobre la debilidad añeja de la burguesía, y se propusieron “fortalecerla” e incorporarse a ella, acudiendo a perniciosas “operaciones estructuradas”.

Cuantificar lo pillado, arriesga más que nadar en hielo, por las declaraciones juradas falsas, los escondites en caletas y el testaferrato. Los de ilícitos de cuello blanco se ocultan en túneles; pregonan seriedad y contratan a abogados para capturar impunidades.

Sujetos que antes de 1996 no tenían ni con qué limpiarse los bigotes, en el 2020 consignaron como propios 700 millones, 600 millones, 500 millones, etc., y allegados a Medina han sido acusados de sustraer más de 100 mil millones de pesos. Y con tantas menciones y autorizaciones documentales, especialmente en los legajos Antipulpo y Medusa, se creía que ya estaría sub júdice, por delitos graves.

Su enjuiciamiento marcaría un precedente, que ayudaría a recuperar la confianza perdida y rompería el criterio de que los ex presidentes son Dioses del Olímpo, no importa que cometan los más descarnados desafueros.