Editorial

Lo malo de la buena noticia

Lo malo de la buena noticia

El ministro administrativo de la Presidencia, José Ignacio Paliza, ha querido ofrecer una buena noticia al informar que para el 2021 el subsidio al subsector eléctrico disminuirá en 300 millones de dólares en comparación con este año que será de US$1,200 millones.

El mayor porcentaje de ese ahorro corresponde a la entrada en operación del complejo de generación Punta Catalina, que produce unos 720 megavatios, a precio muy por debajo de la mayoría de las unidades del sistema, pero aun así las transferencias financieras a ese sector resultan muy elevadas.

Se ha dicho que en el último decenio el Gobierno ha transferido a los generadores más de 13 mil millones de dólares, equivalentes a 754 mil millones de pesos, al tipo de cambio actual, lo que indica que el monto por año ha sido de US$1,300 millones, a pesar de lo cual el suministro de energía eléctrica ha sido deficiente y costoso.

El Gobierno carece de capacidad financiera para cumplir totalmente con ese compromiso de pago, por lo que la deuda acumulada se convierte en provechosa fuente de inversión para empresas generadoras que aplican tasas de interés hasta cuatro veces mayor a la regida por el mercado.

Se recibe con agrado la noticia ofrecida por el ministro Paliza, de que el subsidio al subsector eléctrico disminuiría en 2021 en unos 300 millones de dólares, pero también se considera insuficiente, a juzgar por los esfuerzos que se han encaminado para disminuir costo y precio del megavatio/ hora.

El cambio que ha experimentado en los últimos años el sistema nacional de generación de energía eléctrica no se corresponde con el monto del ahorro en subsidio proyectado para el próximo año, porque la matriz de uso de combustibles fósiles se ha transferido sustancialmente a la de gas natural y carbón mineral.

Se pone de ejemplo a las plantas Quisqueya I y Quisqueya II, que producen en conjunto 300 megavatios y que cambiaron de fuel oil a gas natural, así como la antigua Cogentrix, que a final de año operará con ese combustible en la generación de 300 megas.

Las plantas que operan con gas natural y carbón mineral, combustibles mucho más baratos y menos contaminantes, aportan al sistema más de dos mil megavatios, lo requerido por la demanda actual, por lo que las que generan con combustibles fósiles serían parte de la reserva fría. Es por eso que no es tan buena esa buena noticia.

El Nacional

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