El proceso contra los seis imputados por los sobornos de Odebrecht volvió a emitir una señal perturbadora con la no comparecencia a audiencia del principal testigo de la Procuraduría General de la República, el brasileño Mauricio Dantas Bezerra.
Tras la ausencia asomaron las indecisiones cuando el Primer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional dispuso orden de conducencia contra Bezerra y después la revocó.
El Ministerio Público propuso como salida a que el ejecutivo de Odebrecht no pueda viajar al país que se conozca su testimonio a través de videoconferencia.
Está por ver si Bezerra se presentará mañana jueves a un juicio plagado de conjeturas, sobre todo por las dudas de que los seis imputados sean los únicos sobornados por los 92 millones de dólares que admitió la compañía para adjudicarse obras públicas.
Al revocar la orden de conducencia las juezas les dieron una oportunidad a los fiscales que llevan el caso, quienes obviamente no las han tenido todas consigo.
Quizás por las opiniones de la procuradora Miriam Germán sobre la supuesta debilidad del expediente, los encartados están de lo más tranquilos.