Editorial

Manos sobre la cabeza

Manos sobre la cabeza

El Ministerio de Educación, a través de su Dirección de Orientación y Psicología, reveló ayer que durante el año lectivo en planteles escolares se han escenificado más de 20 mil conflictos violentos entre estudiantes y 1,724 enfrentamientos entre alumnos y docentes, cifras que obligan a llevarse las manos sobre la cabeza.

En ese informe se indica que 1,154 estudiantes han quedado embarazadas durante el periodo que abarca desde septiembre de 2022 hasta abril de este año, y 112 niñas y adolescentes han sido violadas, y otros 28 embarazos fueron fruto de incesto, estadísticas que causan perplejidad e indignación.

Miles de alumnos de educación básica y preuniversitaria (3,414) ya han formado tempranas uniones en ambiente escolar matizado por la violencia, incluso con el reporte de 322 enfrentamientos entre profesores y familiares y 297 entre alumnos y personal de apoyo o administrativo.

Los más de 20 mil conflictos contabilizados durante un año escolar que aún no concluye, indican que en escuelas y colegios de producen más de dos mil 500 sucesos violentos al mes y cerca de 125 por día de docencia, además de los preocupantes índices de violaciones y acoso sexual en el entorno familiar y escolar.

Ese altísimo nivel de violencia y agresión que afecta a la escuela sería reflejo de lo que ocurre en la familia y el medio social, pero aun así se requiere la rápida intervención de la comunidad educativa, integrada por autoridades, profesores, tutores y propios alumnos para contener la degradación escolar.

El Ministerio de Educación pondrá en ejecución el próximo año escolar un código de ética que limitaría la relación entre docentes y personal administrativo con los estudiantes al ámbito estrictamente académico, sin que se tenga la certeza de que ese remedio aliviaría la grave enfermedad ética y moral que afecta al sistema educativo.

La prohibición de todo trato de docentes y personal auxiliar que tenga naturaleza distinta al desarrollo integral de los alumnos representa una medicina alternativa, pero se requiere repensar a la escuela básica y secundaria en todos los sentidos.

La escuela de hoy es un fiel reflejo de una sociedad muy proclive a la violencia, corrupción, enriquecimiento ilícito, libertinaje, descomposición de la familia, irrespeto a la ley y a los valores patrios, por lo que puede decirse que la educación sufre el contagio de una generalizada epidemia de disolución social.

El Nacional

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