Opinión

Marco Vasconcelos Cruz

Marco Vasconcelos Cruz

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El informe que emitiese el Departamento de Justicia de EE.UU. con ocasión de la conciliación arribada con Odebrecht, describe al “Empleado Odebrecht 6” de esta manera: “Ciudadano de Brasil cuya identidad es conocida para los Estados Unidos, fue un alto ejecutivo del área internacional de la división de ingeniería de Odebrecht desde aproximadamente el 2008 hasta el 2015.

“Empleado Odebrecht 6” se reportaba al “Empleado Odebrecht 1”, y era responsable de supervisar a los Directores Superintendentes de Odebrecht, o los directores de Angola y varias naciones latinoamericanas. Como parte de esa supervisión, “Empleado Odebrecht 6” autorizaba muchos de los pagos corruptos a funcionarios públicos extranjeros y partidos políticos extranjeros fuera de Brasil”.

Más adelante se lee que “Odebrecht hizo y provocó hacer la mayoría de estos pagos corruptos a funcionarios públicos, a terceras personas a ellos asociadas y para beneficio de funcionarios púbicos y partidos políticos o campañas electorales. Todos los pagos corruptos fueron hechos para asegurar una ventaja impropia para Odebrecht a fin de obtener y retener negocios. Típicamente, la División de Operaciones Estructuradas ejecutaba los pago corruptos usando recursos no registrados, tanto en efectivo en los países en cuestión o mediante depósitos en cuentas indicadas por los últimos beneficiarios o sus intermediarios”.

Y en el renglón referente a la República Dominicana, se consigna esto otro: “… Odebrecht pagó sobornos a un intermediario responsable de interactuar con el gobierno y en el entendido de que ese intermediario pasaría el dinero, en parte, a funcionarios públicos. La mayoría de esos pagos fueron hechos con recursos no registrados de la División de Operaciones Estructuradas con la autorización del “Empleado Odebrecht 6”.

El intermediario ya fue señalado con nombre y apellido por la filial nacional de Odebrecht, pero ¿quién es el “Empleado Odebrecht 6”? En el numeral 46 del informe en cuestión se explica que era el Director de Negocios de Angola hasta el 2012 y de “los referidos países de Latinoamérica, excepto Venezuela”.

Caben pocas dudas de que se trata del inefable Marco Vasconcelos Cruz, cuya huida, fuga, escape o como quiera llamársele, plantea serios retos para el Ministerio Público, no solo para identificar a los funcionarios públicos sobornados, sino también para imputarlo al mismísimo Vasconcelos Cruz por sus hechos punibles.

Lástima que el decoro me impida utilizar la palabra adecuada, pero nadie negará que 15 años después de haber recalado en el país, Odebrecht se embarró de… ¡todo! La culpa, la degradante culpa de que ese haya sido el saldo no es exclusiva de la constructora brasileña, sino también de quienes, sin conciencia social, han buscado y siguen buscando el poder como medio de realización personal.

El Nacional

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