El ojo clínico del técnico de atletismo Ramón Valdez (a) San Juan, fue factor determinante en la conversión de Marileidy Paulino desde una destacada balonmanista a la estelar velocista actual con especialidad en los 400 metros.

Fue Valdez quien identificó las condiciones físicas de Paulino durante un campamento para captación de talentos organizado en Sabana Buey bajo el mecenazgo del Ministerio de Deportes durante el ejercicio del doctor Jaime David Fernández Mirabal.

Allí fue que San Juan, como todos conocen a Valdez, vio correr a Paulino en una pista de tierra construida varias décadas antes por Juan Ulises García Saleta (a) Wiche como parte del programa “Ligas Campesinas”, que el ex presidente del Comité Olímpico Dominicano puso en marcha en esa región del país.

La estructura corporal de Marileidy y la fluidez y armonía natural de sus movimientos fueron las herramientas que capturaron la atención del técnico deportivo.

Valdez, quien además de tesorero de la Federación Dominicana de Asociaciones de Atletismo es el encargado de ese deporte de la Fuerza Aérea Dominicana, ofreció a los directivos de Balonmano la oportunidad de “enganchar a Paulino” para que corriera por el equipo de esa rama castrense en los Juegos Militares.

Es así como Paulino viene a la capital a residir junto a una atleta saltadora de San Pedro de Macorís en una vivienda alquilada por Valdez, hasta que en un segundo campamento Fernández Mirabal consigue trasladarla a la Villa Deportiva de Las Américas y se inscribe en la tanda nocturna de la Escuela Patria Mella ubicada en ese sector.

Informes llegados hasta el redactor de estas líneas indican que durante un tiempo Marileidy se desenvolvió en ambas disciplinas hasta que finalmente se dedicó exclusivamente al atletismo.

Paulino se convirtió así en una integrante del llamado “Ejército de Los Verdecitos” patrocinado por el el entonces ministro de Deportes y que marca su arrancada como prospecto importante del atletismo.

El primer contacto de Marileidy con el deporte se produce cuando “Chica”, como le apodan, tenía aproximadamente 13 años de edad y su talento atrajo el interés de la profesora de educación física, Wilary Guerrero, con base en Nizao, quien le ve condiciones para el balonmano, disciplina en la que se desempeñó como jugadora central.

Paulino llegó a participar con las distintas selecciones de balonmano a nivel juvenil hasta que San Juan la pidió prestada para hacerle algunas pruebas quedando convencido de que “Chica” era dueña de un talento extraordinario para la práctica del atletismo.

El profesor Miguel Rivera, presidente de la Federación de Balonmano, señaló que aceptó que su jugadora comenzara a practicar campo y pista con tal de que mantuviera también como balonmanista y habida cuenta de la oportunidad de ingresar a la Fuerza Aérea y disfrutar, además de salario, de las facilidades de seguro médico y otros beneficios.

Dijo que al principio estuvo renuente al cambio de disciplina deportiva pero que finalmente lo aceptó y en la actualidad mantiene excelentes relaciones con la Federación de Atletismo y sus directivos, tanto así que Annerys, la actual pivot del seleccionado de balonmano, fue captada en aquel deporte

Esa es la génesis y desarrollo de la acelerada carrera atlética de Marileidy Paulino, quien prácticamente ha surgido de lo desconocido hasta alcanzar el estrellato deportivo y una consecuente popularidad que tiene a los dominicanos con su nombre de boca en boca.

Un Apunte

Descubrimiento

Ramón Valdez (San Juan), quedó asombrado con las extraordinarias condiciones físicas que vio en Marileidy Paulino la primera vez que la vio desplazarse sobre la pista de atletismo. De inmediato supo que estaba ante un diamante en bruto.