Opinión Articulistas

Migración y desarrollo

Migración y desarrollo

José Antonio Torres

La mayoría de los habitantes de casi todos los países desarrollados puede encontrar las raíces de sus antepasados en los mismos lugares, o cercanos, donde habitaban antes de que tuviera lugar el desarrollo económico moderno.

Desde hace más de dos décadas viene cobrando fuerza una corriente de pensamiento, a la que me adhiero, que asegura que el desarrollo económico universal se halla dominado por el modelo de migración europeo y no por estadounidense.

Esta corriente sostiene que la eliminación de la pobreza mundial resultará del desarrollo progresivo de todos los países del mundo y no, ni siquiera en parte, de la migración masiva de poblaciones pobres a países más ricos.

El nuevo pensamiento de los últimos años sobre el desarrollo puede producir una percepción diferente del papel que la migración tiene en él.

Pero ¿qué se puede decir de la migración permanente? El emigrante a largo plazo no va a formar parte de la sociedad de la que ha salido y, por eso, tampoco va a contribuir a su desarrollo.

Aquí tenemos un ejemplo palpable, los dominicanos que estén en Estados Unidos, casi 3 millones de criollos contribuyen poco con el desarrollo del país, ya que sólo envían remesas que se convierten en consumo familiares.

Igual pasa con los «cuchumil» haitianos que viven en territorio dominicano, y aunque trabajan aquí y producen dinero, es poco lo que aportan a la sociedad dominicana, y casi nada a su país de origen.
Los nuevos conceptos de desarrollo, sin embargo, enfatizan la satisfacción de las necesidades básicas, la equidad, el equilibrio ecológico y la cultura, aspectos que se recogen, por ejemplo, en los conceptos de desarrollo humano y desarrollo sostenible.

Es evidente que la migración permanente puede ayudar y puede perjudicar al desarrollo así entendido. Todo depende del tipo de migración y de sus efectos concretos.

Se puede decir, sin embargo, que existe el temor a que la emigración pueda acarrear consecuencias negativas para el desarrollo de los países pobres como RD.