Opinión

Mis profesores

Mis profesores

Hoy es el Día del Maestro, fecha en la que debemos rememorar y celebrar en la elevación de nuestros pensamientos y almas a tantos hombres y mujeres surcadores de ideas, conciencia, la sabia nutricia de la enseñanza, principios y raíces imperecederos de su educación, que muchos sustentamos y llevamos al más allá. Tengo más de 50 años participando esta noble faena.

¡Maestra, maestro, virtuosidad augusta, con ribetes de eternidad como su nombre! Desde nuestros antepasados y también presentes, han legado y continúen esas rutas inmarcesibles de la enseñanza, principio cardinal en la vida de los pueblos, alimento de la propia conciencia social, que bien debía no solo en esta ocasión, sino siempre, rendir tributos de respeto, amor, admiración, a quienes señalan los senderos también del futuro bienestar, la paz, profesionalidad, por los tintes de sus voces, actitudes, metodología, sacrificios, sus trémulas manos, sabios consejos, el civismo y patriotismo, que fulgen en las frases, maestro, maestra, retumbar de campanas a veces silenciosas, otras enardecidas, emocionantes que despiertan y vierten en sus preceptos el valor, la moral, honestidad, dignidad, el respeto, y los sacrosantos principios de nuestra enseña tricolor: Dios, Patria y Libertad.

Nietzche dijo: “Se ha llegado a la maestría, cuando no se yerra ni se vacila en la ejecución”.
Rindo tributos y homenaje a quienes fueron mis profesores, vivos y fallecidos, ante quienes me inclino reverente, recordándolo sus sabias enseñanzas, a mi inolvidable madre en el nivel primario, maestra Mercedes María Nina, a mis queridísimos tíos, doña Luz Nina y Luis Sergio Nina. En ese mismo tenor, en la escuela Juan Pablo Pina, a Dolores Medina, Dolorita, Alfredo Zabulón Díaz, Mercedes Valdez, Chea, a Cándida Nina y a todos que por falta de espacio no puedo señalar.

A nivel secundario, en el Liceo Manuel María Valencia, en San Cristóbal, a Altagracia Pérez (Tatica), Guillermo Mañón, Doña María Harutia, Dora Sturla, Artagnan Perez Mendez, Florinda Valdez, Teresita Pimentel Miranda, Juana Martí, Florencio Rivas, Manuel Antonio González, José Canó López, Sócrates Barinas, Aquino, Rafael Ramos y Bueno.

En la Universidad de Santo Domingo, a Julio César Castaños Espaillat, Leoncio Ramos, Hipólito Herrera Billini, Manuel Ruiz Tejada, Carlos Sánchez y Sánchez, José Manuel Machado, Manuel Amiama, Jaime Manuel Fernández, Ramón Morel Cerda y Manuel Bergés Chupani, Ramon Pina Acevedo, Ballester Hernández, Juan A. Morel, Pachi Baez y Zenon del Castillo entre tantas glorias del magisterio y la patria.

Nuestras efusivas congratulaciones al magisterio nacional, mujeres, hombres de diferentes edades, consagrado en la elevación cada día que transcurre de esta importante clase, que bien merece nuevas conquistas y mejores condiciones de vida y sustento, aunque en los últimos años se ha avanzado bastante en este sistema, pero faltan todavía mayores proyecciones para continuar esta obra excelsa y redentora.

El Nacional

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