Tras agotar un ciclo olímpico de buenos resultados, la judoca dominicana Moira Morillo ahora celebra la recompensa de años de sacrificio y dedicación, con su clasificación a los Juegos Olímpicos de París 2024.
Al recibir la noticia de que estaría en una cita olímpica por primera vez, Moira no pudo contenerse ante el grupo de emociones encontradas que le invadieron.
“No tenía palabras, se me cerró la garganta y empecé a llorar”, reveló la judoca de la categoría más 78 kilogramos. “Me siento agradecida de Dios por esta recompensa”.
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Para la atleta de 23 años, “este boleto olímpico lo es todo” y lo explica de una forma peculiar, al señalar que en judo puedes durar cuatro años dentro de la clasificación y al último día del corte puedes quedarte fuera. “Clasificar es más que un sueño, es una historia que marca en tu vida”.
Al ser entrevistada por la redacción deportiva de El Nacional, Morillo reveló que cuando niña predijo este momento, cuando le dijo a su mamá: “voy a ir a unos Juegos Olímpicos y me van recordar”.
Moira desde bien pequeña comenzó a destacarse en diferentes eventos de judo, ganando medallas en certámenes del Club Villa Francisca, del Distrito Nacional, así como nacionales e internacionales.
La clasificación ha sido una fiesta familiar, y la razón no es para menos, ya que al parecer Moira estaba predestinada a nacer siendo judoca porque su padre José Morillo y su madre María Polanco, se conocieron practicando este deporte.