Al asumir la investigación sobre los dos militares y el civil muertos en un operativo de la Policía en una cabaña del 12 de la carretera 30 de Mayo, el Ministerio Público tiene que despejar muchas interrogantes en torno al suceso.

Además de establecer si en verdad que los militares Sandro Miguel García y Nicolás Emilio Butten cayeron junto al civil Joel Emilio Rodríguez Silva en un supuesto intercambio de disparos, que no es lo que revela un video que circula en las redes, tiene que aclararse todo lo relativo al operativo de la Dirección Central de Inteligencia de la Policía.

Aunque se nota cuando los militares y el civil fueron introducidos esposados en un vehículo la Policía dijo que los tres habían muerto en un intercambio de disparos, una versión que desde el primer momento rechazaron los familiares de las víctimas.

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En el caso de que los tres fueran ejecutados, como parece, el Ministerio Público está en la obligación de profundizar las investigaciones para determinar las reales razones de la acción.

Los familiares de las víctimas aseguran que los eliminaron para evitar que pudieran implicar a otros agentes en los delitos que les atribuían.

Es en realidad lo que piensan muchos, percepción alimentada por la mala imagen que todavía arrastra el llamado cuerpo del orden.

El Ministerio Público no puede dejar cabos sueltos en la investigación, porque se trataría entonces de una burla a la opinión pública.