El Museo Memorial de la Resistencia Dominicana dejó abierta la exposición “La Llegada de los Judíos a Sosúa”, una muestra que destaca la solidaridad que tuvo el pueblo dominicano al brindarles apoyo y recibirlo con los brazos abiertos.
Un pliego de imágenes y videos muestran las distintas etapas que vivieron desde su llegada al país en 1940, siendo la única nación que recibió refugiados de ese país cuando huían en medio de la Segunda Guerra Mundial.
Quienes lograron viajar, no sólo salvaron la vida, sino que además enfrentaron un desafío enorme: adaptarse a un país pobre del Caribe, que encima vivía bajo un régimen totalitario.
La muestra se exhibirá en la Sala de Exposiciones temporales de la institución, donde por un período de tres meses los asistentes podrán conocer las verdaderas razones que provocaron la llegada de los judíos a República Dominicana.
Al explicar los detalles durante el acto, la directora-fundadora del MMRD, Luisa De Peña Díaz, dijo que con la exposición se busca que los dominicanos abran los ojos y conozcan toda la verdad que envolvió ese proceso.
Reconoció los importantes aportes que ha hecho la comunidad judía en el país, desde que se instalaron por primera vez en Sosúa, donde empezaron a desarrollarse, principalmente en las áreas del comercio.
De su lado, la directora del Museo Judío de Sosúa, Ivonne Strauss de Milz, recordó que para la fecha un grupo de personas llegaron al país tratando de salvar sus vidas, a las cuales les tocó vivir una de las más grandes barbaries de la humanidad.
“Pero una puerta se abrió para ellos: La República Dominicana”, dijo Strauss de Milz tras expresar su agradecimiento al pueblo dominicano por abrirles los brazos y acoger a personas que les habían violado todos sus derechos como seres humanos, estableciendo en Sosúa una comunidad que contribuyó en gran medida al desarrollo del país y de la zona, dejando un marcado legado, tanto en la ciudad donde se radicaron como en la nación dominicana.
“Las razonas del dictador Trujillo para recibir inmigrantes que llegaron en la década del 40, de acuerdo a documentos históricos, lamentablemente no fueron por motivos humanitarios, pero el legado que dejaron esas generaciones fueron los judíos”, externó Strauss de Milz al hablar durante el acto, realizado en la sede del Museo.
Sus orígenes
Con el fin de buscar solución humanitaria a miles de judíos que huían en Europa, en 1938 se celebró en Francia una reunión de delegados de 32 países y de organizaciones privadas: la Conferencia de Evian, pero ningún país quería aceptar refugiados en su territorio, excepto República Dominicana, con la única razón de cumplir un capricho que el dictador Rafael Leonidas Trujillo siempre mantuvo, “aclarar la raza”.
Esa ideología quedó establecida en la ley que promulgó el acuerdo para acogerles y que publica la Gaceta Oficial del 28 de febrero de 1940: “que el pueblo dominicano está vitalmente interesado en el fomento, en gran escala, de la inmigración al territorio nacional de personas aceptables, sanas, vigorosas, inteligentes, laboriosas, de buenas y civilizadas costumbres, y de raza blanca”.