Opinión

NEURO-PSICOLOGÍA

NEURO-PSICOLOGÍA

“Mató a la esposa de un balazo y luego se suicidó” , “Ahorcó a sus tres hijos, y luego se entregó a la policía”  “Le cortó el pene al marido mientras dormía, en un ataque de celos”

Estas noticias, lamentablemente, forman parte del día a día. Y nos preguntamos, ¿Qué puede pasar por la mente de una persona capaz de hacer tal cosa? ¿Existe algún indicio que revele que cierto tipo de personalidad podría llevar a cabo  actos como éstos?

Aunque buscar “un único motivo” no le haría justicia a la realidad,  la gran mayoría de éstos casos sigue un patrón de conducta, que es claramente producto de un impulso desbordado.

Algunos estudiosos de la conducta humana han catalogado a las personas capaces de hacer casi cualquier cosa cuando están bajo un “ataque de ira” a un trastorno al que llaman Explosivo Intermitente.

Según ellos, una persona con éste trastorno responde de manera desproporcionada ante lo que ellos consideran como “una provocación”. Antes de irrumpir con la conducta airada, suelen sentir una sensación de tensión, palpitaciones, opresión en el pecho, seguido de una conducta agresiva, que incluso puede llegar a tornarse delictiva. Una vez ocurre el estallido, sobreviene una sensación de alivio e incluso arrepentimiento.

El trastorno explosivo intermitente es potencialmente más peligroso cuando va acompañado de un abuso de sustancias, como el alcohol y las drogas.

Tratar esta conducta debe comenzar desde muy temprano, reconociendo cuando se manifiestan comportamientos en los que “se pierde el control”.

La terapia psicológica ayuda a reconocer éste tipo de impulsos y enseña a controlar los episodios de ira. En algunos casos incluso es necesaria la terapia farmacológica.

El Nacional

La Voz de Todos