Si te preguntarán ¿cuál es el órgano más importante del cuerpo? es probable que pienses antes de responder cual de los órganos consideras en esa categoría de importancia. Según la CCM Salud (2014) el cerebro (del latin cerebrum) es el órgano más importante del cuerpo humano. Tiene el control de todos los órganos, así como las funciones motrices y cognitivas, como por ejemplo podemos hablar de cómo aprendemos y sus procesos cognitivos básico, empezando por decir que las neuronas, reciben y transmiten las informaciones. Hoy en día las neurociencias aportan importantes evidencias que ayudan a construir un aprendizaje significativo en los estudiantes.
Cuando pensamos en los adolescentes (y vaya que si adolecen de tantas cosas en esta importante etapa de su desarrollo) podríamos tener innumerables incógnitas para el desarrollo de sus aprendizajes. Para entender este momento podríamos empezar a escudriñar los procesos cognitivos. Según Glover (2018) define los procesos cognitivos superiores “como la unión o integración de la información que proviene de los procesos cognitivos básicos”. Plantea que el aprendizaje es un proceso cognitivo superior que combina procesos como percepción la atención, memoria, lenguaje y pensamiento. Además, señala que los procesos cognitivos básicos nos ayudan a analizar toda esa información acumulada en el cerebro. Por lo que, es en estos aspectos que radica su importancia y los aportes que hacen desde la neurociencia en los procesos de enseñanza aprendizaje.
Estimados docentes, el conocer como este órgano funciona y como nuestros estudiantes adolescentes se insertan en estos procesos educativos, marca una diferencia un antes y un después de la información disponible a solo un click de distancia, apropósito de los aportes de la tecnología en la educación.
Según Londoño (2009) “la atención es un proceso básico indispensable para el procesamiento de la información de cualquier modalidad que se basa en un complejo sistema neuronal”. Esta tiene su importancia en la implicación conductuales, emocionales y en el procesamiento de la información. Es de relevancia que el docente aprenda a como involucrar a los estudiantes en este proceso de atención sustituyendo los distractores que los desenfocan del objetivo.
“Las emociones son una parte fundamental de la experiencia humana y tienen un impacto significativo en nuestro desarrollo y bienestar”, según el psicólogo Vygotsky (mencionado en Crespo s.f.), además sostiene que “las emociones son herramientas importantes para el aprendizaje”, las cuales colaboran en el proceso pues si les emociona lo que está aprendiendo eso ayudará a fijar el conocimiento. Al verla como una herramienta el docente deberá incursionar en actividades que los motive a aprender.
Dentro de los sistemas que juegan un papel importante en la enseñanza podemos explorar el sistema nervioso. Según Vélez (2023) “el sistema nervioso está compuesto por una red de neuronas cuya característica principal es generar, modular y transmitir información entre las diferentes partes del cuerpo humano”. Y las neuronas o células nerviosas, son las principales unidades estructurales y funcionales del sistema nervioso. Interesante verdad, y como decía un viejo profesor en la facultad esto no se aprende comiendo fritos con espaguetis (aunque para muchos es un plato delicioso). Cómo captar la atención de estas neuronas en nuestros adolescentes, con una sociedad que muestra distractores que les parecen más oportunos para invertir su preciado tiempo, es una tarea ardua la de este reto.
Los procesos de enseñanza aprendizaje no se tratan solo de los aspectos de infraestructura de los planteles, de los títulos de los docentes, sino además de las características de la audiencia que tiene realidades socioeconómicas, culturales, familiares y sobre todo particulares. Estos y otros aspectos ayudarán a plantear todo un esquema en el que se deberán estructurar estrategias que hagan más interesante los procesos de enseñanza aprendizaje. El cerebro, donde se dan todos los procesos de aprendizaje, debe ser considerado, analizado desde el punto de vista de la neurociencias por parte de los docentes, esto ayudará a aportar herramientas a favor de una educación eficaz y eficiente.
El investigador y docente Bueno (2018) afirma que “neurociencia es comportamiento, comportamiento es aprendizaje”. Estás ciencias estan proporcionando aportes relevantes que ayudarán a gestar un aprendizaje significativo, y lo hacen a través de las publicaciones de investigaciones relacionadas como los son la ciencia de neuroeducación, principalmente. Conocer cómo funciona este órgano, el cerebro para reinventar la docencia, osea que, no solo se trata de si el estudiante ha podido comer un plato de mangú con salami a la hora de presentarse en su centro de estudio. Necesitamos una comunidad educativa más comprometida con la audiencia a la que se dirige y pretende impactar con un aprendizaje significativo acorde a los tiempos, y sujeto a los aportes que nos brindan las investigaciones sobre el cerebro que aprende y como aprende.
La ciencia ha logrado dar importantes pasos para el avance de la educación, acercándose cada vez más a la pedagogía, aportando a la psicología educativa. En la década del cerebro en los 90, llegó la neuroimágen que según Campos (2021) “permite ver y entender el cerebro humano en vivo”, esta ayuda a dar evidencias de cómo el cerebro aprende. Además señala los aportes que se han hecho en los últimos 30 años como en el campo de la neurociencia educacional, una disciplina emergente.
Rodrigo (2020) plantea que de los procesos cognoscitivos involucrados en los procesos de aprendizaje se dan en este orden de pasos:
“El primer paso en el aprendizaje cognitivo es prestar atención, no se puede aprender información si el estudiante está distraído, a continuación, la información se almacena en la memoria en un proceso llamado almacenamiento. La información que se almacena pasa por tres etapas de memoria: registro sensorial, que contiene la información durante solo unos segundos, memoria a corto plazo, que contiene la información durante unos minutos y, con la práctica, la información se trasladará a la memoria a largo plazo, que es ilimitado. A continuación, la información debe codificarse de alguna manera para que la información sea significativa y luego pueda recuperarse, invirtiendo el proceso de codificación”.
La comunidad educativa tiene el compromiso con la sociedad de dar su mejor esfuerzo en la formación de los profesionales que llevarán los destinos de la Nación, y como cantan Los Guaraguaos de Venezuela “los estudiantes son la levadura del pan que saldrá del horno con toda su sabrosura”. Procuremos tener el horno en su punto y que con los aportes del docente para el estudiante, se logre el mejor de los resultados.
Por Cecilia Viloria ceciliavh22@hotmail.com
Autora es docente