El teatro United Palace es definitivamente el edificio mas extraordinario del Alto Manhattan. Entrar es como sumergirse en el mundo de las Mil y Una Noches, una Alhambra Neoyorquino, al que solo se le compara el edificio donde asesinaron al lider afroamericano Malcom X, hoy, ironicamente, un Banco.
Alla fuimos la noche del 27 de septiembre a la inauguracion de la Octava Feria del Libro Dominicana, que se realizo este año en la escuela secundaria Gregorio Luperon, que dirige el dominicano Juan Villar, el mas respetado de los dirigentes dominicanos comunales de Washington Heights.
El local estaba repleto, por los familiares de los estudiantes de la escuela secundaria, sobre quienes recayó la responsabilidad del espectáculo, lo cual se evidenciaba en la gritería y manifestaciones de apoyo de la comunidad cada vez que los muchachos realizaban un numero musical, o danzario.
A diferencia de otras Ferias, esta comenzo por el espectáculo. Primero los estudiantes de la Escuela Gregorio Luperón, luego un grupo de Plena de Puerto Rico, a cuyo folklore estuvo también dedicada, dos regatetoneros y finalmente el concierto de Milly Quezada.
Entre espectáculo y espectáculo, en vez de proyectar las fotos de la veintena de intelectuales que asistiamos a la Feria: Odalis Pérez, Mateo Morrison, Tony Raful, Cesar Zapata, Geovanny Cruz, Alejandro Cabral, Matias Bosch, Abil Peralta, Freddy Armando, Modesto Guzmán, Chiqui Vicioso, Valentin Amaro, Pedro Antonio Valdez , Cayuco, Miguel De Camps, Farah Hallal, Reynaldo Disla, y Juan TH; o las fotos de los intelectuales de New York y USA: Roberto Castillo, Jose Acosta, Juan Villar, Mariluz Acosta, Dinorah Coronado, Miguel Anibal Perdomo, Antonio Mendes, Ivelisse Fanith, Dario Tejeda, Diogenes Abreu, o Luis Alvarez, entre otros, la pantalla era invadida con propaganda, videos, de los raperos y regatoneros locales. Un tributo a la cultura urbana popular que se hizo en desmedro de los objetivos de la Feria: Dar a conocer a los escritores y escritoras aqui y alla, y promover la literatura dominicana.
La Octava Feria estuvo dedicada al escritor Rei Berroa, cuyo discurso fue muy celebrado por la audiencia, provocando una carcajada general con sus ocurrentes usos del lenguaje popular: “Voy a concluir para no seguir hablando pepla”.
Curiosidades de la Feria: Un Pabellón Julia de Burgos, donde la única dominicana que ha escrito la biografía de Julia de Burgos, y es la actual presidenta de la Comision Dominicana del Centenario, no fue incluida, y un forcejeo con la administracion de la Feria que argumento sus recortes en no haber recibido un centavo del Ministerio de Cultura.
