Carta de los Lectores

Nos irá bien…

Nos irá bien…

Cartas

Los seres humanos, por la naturaleza que tenemos tendemos al mal, crecemos con creencias enraizadas que provocan en nosotros la prospección a ver y a esperar las cosas con aspectos desfavorables; a eso lo llamamos pesimismo.

Crecen en nuestra mente, se filtran, se arraigan durante años y muchas veces durante toda la vida, las personas se convencen de sus percepciones, interpretaciones basadas en principios que están configurados en su forma de hacer, ser, de pensar, de comportarse, de vivir, piensan que son normales y que la realidad solo es posible verla desde su propia mirada, no son capaces de poner en balance esas ideas que realmente no tienen fundamento perdiéndose de vivir una vida abundante y en plenitud, bloquean la capacidad de cambios van instaurándose ya que la falsedad se enmascara de diferentes formas, en hechos verdaderos se pueden mezclar para engañar al individuo y terminan sacando falsas conclusiones.

Lo negativo de esto es que las falsas creencias van instaurándose en la voluntad de las personas, de las sociedades, de las organizaciones. Los pensamientos que tengamos deben ser pensamientos de bien, pensar bien, esto nos lleva a actuar bien y redundará en las personas que nos rodean en nuestros contextos, estamos llamados a realizar una introspección que es esa capacidad reflexiva inmediata que posee la mente humana para ser consciente de sus propios estados como la autoobservación o la observación de uno mismo, es decir de la conciencia de nuestros propios sentimientos, el ser humano es el único ser vivo que tiene capacidad para mirarse a sí mismo; debemos estar pendientes de nuestros pensamientos en todas las áreas de la vida, de forma precisa; debemos buscar, meditar, investigar, qué es lo justo, lo honesto, qué es lo puro, lo amable, lo de buen nombre y cambiar ese pesimismo por una actitud optimista, el optimismo es esa inclinación a ver y juzgar las cosas desde un aspecto más favorable, para lograr esa actitud debemos concentrarnos en la verdad, excluir lo deshonesto lo impuro y lo inmoral alejar la vida de los disgustos, del rencor, la amargura y el resentimiento y en nuestro inconsciente indagar a pensar, a actuar diferente, a asumir las cosas y ver en qué hay virtud y cuál es la disposición de actuar de acuerdo a las normas morales, actuar con honestidad, buscar lo que es digno de alabanzas, ver los méritos y las cualidades que tienen los individuos.

Por: Licda. Iris De La Cruz Paula

El Nacional

La Voz de Todos