Los delitos cometidos en motocicleta cada vez se vuelven más comunes en las calles de República Dominicana. Atracos a negocios o peatones, robos de celulares, muertes por encargo son de las cosas que se viven a diario en las calles del país.
Las estadísticas demuestran que la mayoría de las denuncias que hacen los ciudadanos en los destacamentos policiales o las fiscalías sobre de atracos, robos y asaltos, el elemento común es que los perpetradores realizaron la acción a bordo de motocicletas.
De modo que la propuesta de Hugo Beras, director del Instituto Nacional de Transito y Transporte Terrestre (INTRANT), sobre regular el horario de las motocicletas, es un mero disparate, tomando en cuenta que la propia Policía ha señalado en ocasiones anteriores que la mayoría de los actos delictivos en los que intervienen motociclistas se producen entre las 7:00 de la mañana y las 9:00 de la noche.
Esto así porque generalmente las víctimas de los motociclistas son peatones, personas que se recrean frente a sus hogares o clientes de negocios en zonas aisladas. Pero casi siempre en horas del día o al inicio de la noche.
De modo que no se entiende que se pretenda prohibir la circulación de motociclistas después de las 11:00 de la noche, porque después de la medianoche la cantidad de peatones que andan en las calles es muy mínima y casi siempre sin objetos de valor.
Lo que el Intrant debe hacer es obligar a los motociclistas a transitar con placas, seguro de la moto, y cascos protector, que es un mandato de ley.
Pero como el Intrant viene de fracaso en fracaso, porque no ha podido regular las «voladoras» que siguen transitando en las calles y aceras sin luces, violando las luces de los semáforos, creando tapones y sembrando el pánico.
De modo señor Beras que la fiebre no está en la sábana ni el problema es de horario sino de control de las autoridades sobre los que transitan en motocicletas y los talleres que le alteran el cilindraje para que corran más de lo establecido por el fabricante.
También a los importadores de esa tipo de vehículo nadie le pone control por que las venden hasta a menores de edad, sin indagar si tienen licencia o cédula, además las entregan sin placa ni matrícula.