La Navidad está aquí, y se siente no solo en el espíritu festivo y en la brisita navideña que nos acaricia el rostro al caer la tarde o en las mañanitas al salir a la calle, también se percibe en los supermercados, donde los anaqueles exhiben bebidas y dulces tradicionales de la época, como el Panettone o Panetón.
Este pan navideño italiano, esponjoso, salpicado de pasas y frutas confitadas, ha esparcido su dulzura por el mundo, hasta convertirse en uno de los favoritos y en símbolo universal de la temporada.
Atrae desde antes de abrirlo, pues su llamativo, brillante y colorido empaque, que apuesta a la nostalgia y escenas tradicionales, anuncia lo que te espera en el interior. Pero, no es solo interesante por fuera y por dentro, con su forma alta y cilíndrica, y cuya elaboración tradicional puede llevar varios días debido al uso de una masa madre que fermenta lentamente, haciéndolo único; también se le suma una historia de origen curiosa, creativa e interesante.
Aunque no hay una historia oficial sobre su creación, pues existen muchas versiones, una de las más populares se remonta al siglo XV. Se dice que este pan surgió como un accidente en un banquete navideño ofrecido en aquel entonces, por el duque de Milán Ludovico Sforza. En el evento, un sirviente de nombre Toni, quemó el postre principal de la actividad, por lo rápidamente improvisó un pan dulce, con los ingredientes que tenía a la mano, resultando lo que conocemos hoy. El postre fue todo un éxito por lo que todos lo llamaron “Pan di Toni”, lo que más adelante se convirtió en “Panettone”.
Desde hace algunos años, en el banquete de la Nochebuena dominicana, en esa mesa donde normalmente solo reina la tradición gastronómica quisqueyana, se ha colado el Panetón.
“El panettone ha ganado un espacio especial en la mesa dominicana porque somos un pueblo de herencias gastronómicas que abraza con cariño todo lo que se convierte en tradición. Destacando que El Panettone llega a la República Dominicana principalmente a través de la inmigración italiana, ya que los italianos trajeron sus recetas es un pan tradicional con historia, aroma y presencia festiva” explica la chef Carolina Arias.
Para la especialista en cocina fusión, el Panettone se ha vuelto más popular en el país, “por ser un pan dulce con elementos festivos llamativos y sobre todo con un sabor exquisito que hace de este un encanto a la hora de servirlo o llevarlo como obsequio en esta linda época”.
En cuanto al sabor, destacó que un Panettone bien hecho es suave, aireado, perfumado y mantequilloso. “Debe sentirse ligero al cortarlo pero sabroso al morderlo. El equilibrio entre el toque cítrico, las frutas confitadas o el chocolate según la versión y la masa es fundamental. No debe ser seco ni pesado: un buen panettone prácticamente se deshace en la boca y deja un aroma cálido que recuerda a Navidad realmente el Panettone ha conquistado muchos paladares”.
