Cuando el doctor José Joaquín Puello Herrera dejó el Comité Olímpico Dominicano en diciembre de 2003, luego de la celebración de los Juegos Panamericanos 2003, dado su prestigio nacional e internacional, además de su innegable impronta en la entidad rectora del olimpismo, no fueron pocas las personas que albergaron dudas razonables sobre el futuro de una institución que se manejó con absoluta solemnidad durante toda su gestión.
Aunque Luis Mejía Oviedo se mantuvo siempre al lado del prestigioso galeno, motorizando las actividades del COD, innegablemente, asumir el reto de sustituir a Puello, era un desafío colosal. Lo primero que hizo Mejía Oviedo, fue organizar una despedida honrosa con todas las federaciones y personalidades del deporte para reconocer públicamente los aportes de ese gran dominicano. Todo lo contrario, a lo que hicieron con él, cuando dejó el COD en el 2021.
El hoy presidente de Caribe Sports y miembro COI, logró lo impensable, pues no solamente elevó los niveles de realizaciones de la entidad, sino que conservó la solemnidad y el respeto a la organización.
Aunque el gobierno del presidente Luis Abinader a través del Ministerio de Deportes que dirige Francisco Camacho, ha invertido más de mil doscientos millones en el deporte de alta competición, hoy nos preguntamos con mucho dolor: ¿Y para qué sirve el Comité Olímpico Dominicano? En tiempo de Wiche García Saleta, Polón Muñoz, Puello Herrera, Luis Mejía, Nelly Manuel Doñe, Danilo Aquino, José Manuel Ramos Brea, Carlos Lamarche Rey, entre otros, ese interrogante hubiese sido una blasfemia que me llevaría directamente al infierno. Sin embargo, luego de todas estas barrabasadas cometidas por los nuevos miembros del COD, se justifica con creces la pregunta.
Los federados que por desgracia ganaron las elecciones del COD el 1ro de diciembre de 2022, han metido esa entidad en un lodazal que avergüenza al Movimiento Deportivo Nacional.
En lo personal me ha extrañado que siendo el presidente Abinader la persona más informada del país, no se haya referido al desorden mayúsculo del COD. Otros culpables son, quienes desde la grada observan el descrédito del COD, y ni siquiera por la memoria de sus fundadores, dan un paso al frente para detener esta vorágine que constituye un hazmerreír.
Al Comité Olímpico Dominicano le esperan momentos perturbadores. Sus dirigentes han perdido el norte y algunos el juicio.
El presidente del Comité Olímpico Dominicano, Garibaldy Bautista, debe hacer valer su autoridad, pues la historia sólo recordará que él fue presidente de esa entidad en uno de sus periodos más oscuros. Caray, qué pena.
Por: Ramón Rodríguez
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