Opinión

Participación y partidos

Participación y partidos

         La convención de delegados en los partidos políticos que prevé la Ley Electoral, se mantiene, a pesar de que, desde hace mucho tiempo, ha sido suplantada por la celebración de primarias cuando se trata de elegir a los candidatos a ocupar posiciones electivas y puestos en la dirección de los partidos.

         Indudablemente que las primarias, constituyen una modalidad tan democrática y participativa, que será muy difícil en el porvenir, sustituirla por otra.

         El rompecabezas que parece no tener solución es cómo descubrir la fórmula que les permita a los partidos políticos, realizar las convenciones primarias y, después de celebradas, preservar la unidad interna y poder competir con igual o mayor fortaleza que la que exhibían antes de las primarias.

        Hay señales más que evidentes de que, sin excepciones, los partidos políticos en nuestro país todavía no están preparados para someterse a un proceso tan complejo y exigente como es el de la celebración de convenciones primarias.

       Por un lado, no hay conciencia de lo que significa ganar o perder. Todos quieren ganar, y eso es irracional, imposible y contrario a la lógica más elemental.

       Del otro lado, los partidos carecen de un marco institucional fuerte, que les permita establecer reglas de juego justas y equitativas, y, más que eso, no existe un arbitraje imparcial, con la autoridad suficiente para aplicar las reglas y hacer respetar sus decisiones.         Si nadie quiere perder, las reglas de juego son ambiguas y el arbitraje es precario, los resultados no pueden ser distintos a lo que estamos viendo.

        Superar la presente etapa de crisis que atraviesan los partidos, no es tarea fácil. Hace falta tiempo, voluntad y visión de futuro por parte del liderazgo político nuestro.

          Mientras tanto, los partidos seguirán siendo conglomerados humanos, conducidos por liderazgos transitorios, reales o supuestos, en procura de la satisfacción de necesidades materiales primarias.

        En el contexto actual, no hay manera de que la militancia de ninguno de los partidos tenga la seguridad de que su participación en la toma de decisiones importantes pueda ser bien administrada.

         Estamos en presencia de una disyuntiva: o nos devolvemos, o seguimos hacia adelante.

Creo que lo mas conveniente es seguir avanzando, y aplicando el método de la autocrítica y la rectificación.

 No tenemos otro camino.

El Nacional

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