Se trata de un gran logro, que envía un auspicioso mensaje a la comunidad internacional y la inversión extranjera en momentos tan difíciles, la fabricación en el país de las pruebas PCR rápidas para detectar el coronavirus.
Es una prueba de confianza digna de resaltarse. La labor estará a cargo de la empresa norteamericana Jabil Regulated Industries, que opera en el Parque Industrial Itabo (PIISA), en Haina, San Cristóbal.
Para la elaboración de las pruebas, que son tan importantes para detectar la propagación de la pandemia, la firma, que invirtió más de 40 millones de dólares, explicó que durante el proceso se generarán 550 nuevos empleos, llegando a 800 para finales de julio.
Las pruebas, que cuentan con el visto bueno de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos, serán exportadas al mundo con la etiqueta “Made in Dominican Republic”. Las PCR que se fabricarán aquí tienen un grado de eficacia de 98.9%, según Luis Díaz, ejecutivo de la firma.
Además de la creación de empleos y el impacto en la dinamización de la economía, la producción de las pruebas es obvio que mejora significativamente la imagen del país en el exterior, sobre todo en un momento tan trascendental para atraer inversiones.
El presidente Luis Abinader debe sentirse más que complacido del importante paso que significa la elaboración en el país de unas pruebas que se necesitan en la batalla contra el drama sanitario.