LOS ÁNGELES – Una llamada telefónica más llegó con la noticia de un movimiento todavía pendiente para Steve Pearce, cuya inestable existencia en el curso de un serpenteante camino en las Grandes Ligas se convirtió en parte de su complicada trayectoria.
Pearce acababa de regresar a los Azulejos después de seis semanas de rehabilitación de una lesión oblicua, y acababa de dar la bienvenida a Toronto a su esposa e hija durante un tiempo familiar tan esperado durante una larga estadía en la casa.
Así que la llamada del gerente general de los Azulejos, Ross Atkins, informándole que había sido cambiado a los Medias Rojas fue cortés pero tal vez no del todo cordial.
Atkins, sin embargo, puso ese inconveniente de programación temprana en la perspectiva adecuada para el hombre que acababa de ser intercambiado por cuarta vez.
“Ve a ganar una Serie Mundial”, dijo.
Pearce, de 35 años, hizo eso exactamente el domingo por la noche, y sus actos heroicos de dos jonrones en la victoria por 5-1 de los Medias Rojas en el factor decisivo del Juego 5 consolidaron su estatus no solo como campeón de la Serie Mundial sino como ganador del Jugador más Valiosola Serie Mundial Willie Mays presentado por Chevrolet.
“Ya sabes, el béisbol es un juego divertido”, dijo Pearce, quien terminó el Clásico de Otoño con tres jonrones y ocho carreras impulsadas. “Nunca sabes a dónde te llevará el juego. Y he pasado por mucho en mi vida o en mi carrera para estar aquí, y no podría estar más agradecido”.
Pearce creció como fanático de los Medias Rojas en Florida (“lavado de cerebro”, como lo dijo una vez, por su padre nacido en Massachusetts, Rehoboth, también llamado Steve), pero ese interés inicial no fue suficiente para obligarlo a unirse al club cuando fue reclutado por Boston en la décima ronda en 2004. Optó por regresar para otra temporada en la Universidad de Carolina del Sur antes de firmar con los Piratas un año después, luego de que lo tomaron en la octava ronda.
Así comenzó una odisea profesional que llevaría a una rareza de la Serie Mundial. Antes de que los Medias Rojas lo adquirieran en un intercambio a fines de junio que apenas llegó a los titulares de Grandes Ligas, Pearce jugó en las grandes ligas para los Piratas, Orioles, Azulejos Azules, Rayos, Yankees y Astros. Su llegada a Boston lo convirtió en el segundo jugador (se unió a Kelly Johnson) en jugar con todos los equipos de la Liga Americana Este, y el sexto en jugar para todos los equipos en cualquier división.
La ceremonia del domingo convirtió a Pearce en la segunda adquisición de la temporada media (uniéndose a DonnClendenon de los Mets de 1969) en ganar el JMV de la Serie. De hecho, Pearce es el primer Jugador Más Valioso de la Serie, según EliasSports Bureau, con 50 o menos juegos de temporada regular jugados para su equipo.
EL DATO
Jugador errante
Antes de que los Medias Rojas lo adquirieran en un intercambio a fines de junio que apenas llegó a los titulares de Grandes Ligas, Pearce jugó en las grandes ligas para los Piratas, Orioles, Azulejos Azules, Rayos, Yankees y Astros.
