DETROIT – Wily Peralta trabajó durante un primer inning de 29 lanzamientos el domingo que pareció durar para siempre, el derecho se tomó su tiempo. Usó 100 lanzamientos por solo 4.2 entradas, pero duró tanto tiempo porque nunca se derrumbó y cedió una gran entrada, saliendo con una ovación. Incluso en sus luchas, les dio una oportunidad a los Tigres, que casi convirtieron.

En ese sentido, la derrota 2-1 de los Tigres del domingo fue un microcosmos de la temporada de Peralta, una campaña que parecía que nunca sucedería después de que se perdió todos los Entrenamientos de Primavera debido a problemas de viaje y protocolos COVID. Sin embargo, su penúltimo comienzo de la temporada 2021 también presentó ambos lados del debate que enfrentan los Tigres sobre si traerlo de regreso un año más.

“Me encantaría volver”, dijo Peralta. “Estoy feliz aquí. Me tratan bien. Pero ahora mismo, ni siquiera pienso en eso. Me queda una apertura más. Después de que termine esa, probablemente lo pensaré. Pero en este momento solo estoy tratando de terminar fuerte, tratando de hacer lo mejor que puedo”.

Lo mejor de Peralta ha sido sorprendentemente bueno, especialmente para un lanzador con una baja tasa de ponches (5.6 por nueve entradas). Cuando está encendido, ha sido el prototipo de lanzador de Comerica Park, induciendo rápidos elevados y evitando que los bateadores centren sus errores. Su divisor ha sido sucio, produciendo el segundo promedio de base ponderado más bajo (wOBA) y el promedio de bateo esperado entre los lanzadores que han lanzado al menos 250 divisores esta temporada según Statcast. Solo el divisor de Shohei Ohtani ha sido mejor.

Cuando no ha estado activo, ha sido lento pero pragmático, proporcionando entradas sin sufrir números torcidos. No ha permitido más de dos carreras en una apertura en seis salidas desde el 14 de agosto y no ha permitido más de tres carreras limpias en un juego desde el 28 de julio.

“Tiene fortaleza mental”, dijo el manager A.J. Dijo Hinch. “Él no cede y cede. No es un tipo que va a lanzar la pelota por el medio. Continuará aguantando y haciendo sus lanzamientos, y tiene armas secundarias que pueden rescatarlo de algunas situaciones malas”.

El domingo fue uno de esos juegos. Peralta permitió ocho hits, incluidos tres con velocidades de salida superiores a las 104 millas por hora según Statcast. Soportó porque ninguno de esos hits fue más de un doble. Se fue con dos carreras permitidas en lugar de cuatro, en parte porque Salvador Pérez conectó al centro en la cuarta entrada, una pelota con un promedio de bateo esperado de .770, fue un out de 397 pies.

Desde Spencer Turnbull el 1 de septiembre de 2019, un Tigre no había lanzado 100 lanzamientos en una apertura sin completar cinco entradas. Ningún Tigre lo había hecho mientras permitía dos carreras o menos desde Jeremy Bonderman el 24 de abril de 2008.

“Hoy no fue uno de mis mejores días”, dijo Peralta. “Luché con mi dominio, pero aun así luché e hice lanzamientos”.

La única vez que los Tigres fueron derrotados con Peralta en el montículo fue una derrota 8-3 ante los Angelinos el 19 de junio, su segunda apertura con los Tigres. Ha cumplido con creces el contrato de ligas menores que le ofrecieron los Tigres en febrero. La pregunta que enfrentará el gerente general Al Ávila pronto es si retenerlo a medida que él se acerca a la agencia libre con un currículum más impresionante que el que podría presentar a los equipos la temporada pasada.

Incluso con la continua afluencia de lanzadores jóvenes, Peralta, de 32 años, encaja en Detroit. El veterano Matthew Boyd será operado el lunes para reparar un tendón flexor desgarrado, lo que pone en duda su futuro. Turnbull no regresará hasta finales de la próxima temporada, si no en 2023, luego de la cirugía de Tommy John a principios de este año. Los únicos titulares de los Tigres que aparentemente tienen lugares garantizados para el próximo año son los jóvenes Casey Mize, Tarik Skubal y Matt Manning, aunque Tyler Alexander ha hecho un caso para quedarse en la rotación.

“Ciertamente es alguien con quien queremos hablar al menos y ver cuáles son sus prioridades”, dijo Hinch un par de días antes. “Pero la situación de Boyd es distinta a la de Wily”.