Es pésimo el ejemplo de los dirigentes y militantes del PRM que cerraron un plantel escolar en Navarrete en protesta por la designación de una directora que no es del partido.
Lejos de contribuir a que la organización mejore la calidad de la enseñanza los perremeístas que protagonizaron el atentado se decantan por la obstaculización de la docencia. Lo ocurrido en la escuela Claridilia Cepín en rechazo al nombramiento de la directora es peor que las suspensiones de docencia que convoca la Asociación Dominicana de Profesores (ADP).
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Los dirigentes y militantes del PRM reclaman una politización que tanto se ha criticado y que tanto daño ha ocasionado al sistema educativo. Una cosa sería rechazar la designación de una directora porque no se cumplieron con los trámites o la favorecida no llena los requisitos, pero otra muy diferente hacerlo por asuntos partidarios.
Pero en ningún caso ha debido llegarse al extremo de cerrar un plantel con candado para impedir la impartición de docencia. Unos 516 estudiantes perdieron un día de clase por la insensatez de los dirigentes oficialistas de Navarrete. Parece que en el sector se necesita también mano dura.