Bogotá.– El presidente colombiano, Gustavo Petro, lamentó este viernes que América Latina y el Caribe “se silencien”, luego de que la ONU acusara al Gobierno de Estados Unidos de “violar el derecho internacional” con sus ataques aéreos contra embarcaciones en el Caribe y el Pacífico, supuestamente vinculadas al tráfico de drogas.
“Los ataques en el Caribe violan el derecho internacional humanitario. Qué tristeza que América Latina y el Caribe se silencien. La integración no puede ser retórica. Cien años de soledad y aun así, resistiremos”, expresó Petro en X, quien actualmente se encuentra en El Cairo en visita oficial.
Quizas te interese: Huracán Melissa deja 31 muertos en Haití y 19 en Jamaica
El alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, señaló que las personas a bordo de las lanchas fueron víctimas de “ejecuciones extrajudiciales”, y que tales acciones deben cesar “independientemente de los presuntos delitos que se les imputen”.
Críticas de la ONU a Estados Unidos
“Estos ataques, y su creciente costo humano, son inaceptables. Estados Unidos debe ponerles fin”, expresó Türk, quien recordó que más de 60 personas han muerto en estas operaciones, según datos disponibles.
El Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, ha defendido los bombardeos indicando que forman parte de operaciones contra las drogas y el terrorismo, y que, desde su perspectiva, se rigen por el derecho internacional humanitario, aplicable solo en contextos de conflicto armado.
Sin embargo, la ONU rechazó ese argumento, señalando que no existe un conflicto armado ni hostilidades declaradas que justifiquen tal interpretación.
El secretario de Guerra de Estados Unidos, Pete Hegseth, informó el martes que el Ejército atacó el lunes cuatro embarcaciones “en aguas internacionales”, causando la muerte de catorce personas presuntamente relacionadas con el narcotráfico.
El miércoles, Hegseth confirmó un nuevo ataque contra otra lancha en el Pacífico oriental, donde murieron cuatro personas.
En total, ya son 15 embarcaciones destruidas por las fuerzas estadounidenses en aguas internacionales —la mitad en el Pacífico— desde el inicio de la campaña militar del Comando Sur, inicialmente enfocada en el Caribe, cerca de aguas venezolanas.

