Al reconocer la creación de un Estado palestino e incorporar a países de la región como garantes del acuerdo luce más que factible el plan de paz propuesta por el estadounidense Donald Trump para terminar con la masacre de Israel en la zona.
Tras ser acatado se supone que a regañadientes por el belicoso Benjamín Netanyahu, el grupo Hamás debe también aceptar las condiciones sin demora para alcanzar un alto al fuego cuanto antes en la región.
El plan contempla la reconstrucción de Gaza, el repliegue gradual de las fuerzas israelíes, la liberación en 72 horas de todos los rehenes de Hamás y de los palestinos capturados y condenados por el Ejército de Netanyahu. Implica el compromiso de Hamás a coexistir pacíficamente y a desarmarse. Tras la aceptación del acuerdo, se enviará toda la ayuda humanitaria necesaria para Gaza que será administrada por una agencia de la ONU.
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Es importante el compromiso de que tras el convenio Gaza será dirigida por un comité tecnocrático supervisado por una junta de paz internacional presidida por el propio Trump y que incluirá al exprimer ministro inglés Tony Blair.