El hábito de recurrir a las plantas para curar enfermedades tiene raíces ancestrales en República Dominicana. Los aborígenes que poblaron las islas trajeron la costumbre del curandero indígena suramericano, de hacer los llamados remedios caseros y que eran indicados por el padre, la madre o algunos vecinos curanderos.
Muchos de estos remedios, en su mayor parte, consistían pócimas hechas con plantas purgantes, vomitivos, vejigatorio, friego, baños fríos o calientes, baños de pies, etc.
Todos estos remedios hechos con plantas medicinales de los aborígenes, con el tiempo han sido transformados y perfumados con otras especies botánicas que nos fueron llegando hasta el día de hoy.
La resina del árbol de algarrobo es semejante al incienso y se usa como medicina para curar las afecciones catarrales del pulmón y el asma crónica; el fruto verde majado se pone como pomada en las quemaduras recientes, y cura dentro de ocho días.
La raíz de la batata cocida se aplica en forma de cataplasma a las quemaduras, mezclándose con aceite de oliva. De la cáscara o de las hojas del caimito se hace un exquisito pectoral que se aplica para la diarrea y pujos, y también para la gonorrea y el catarro. Comer caimito conduce muchas veces a contener por sí solo la diarrea.
La campeche, se usa a la corteza y el leño para contener la diarrea crónica y para la disentería. La pulpa de la cañafístula fructífera disuelta en agua tibia se aplica sola para curar la erisipela y las inflamaciones del cutis. Del cardosanto sabemos que se aplica para la infecciones de la piel usando las hojas. El sumo de la raíz del cardosanto sirve para curar el cáncer y la úlceras.
Los taínos usaban la resina del copey para aplicarla en las quemaduras y los huesos dislocados. Con la fruta de guanábana hecha champola sirve para calmar la fiebre, el té de hojas de guanábana se usa para controlar el sistema nervioso y el estrés.
Con el leño del guayacán hervido se confecciona un jarabe que se usa para curar la hidropesía y las obstrucciones, para mover largamente la orina y el sudor, también se aplica para el reumatismo, erupciones y para sanar los catarros. La jagua la usaban para mantener bien el sistema arterial.
El cocimiento de la corteza del jabo se aplica para purgar y cicatrizar las ulceras rebeldes si ellas no provienen de enfermedades venéreas.
Con las semillas del mamón asado y comida es buena para causar las diarreas.
La maya produce una fruta agradable de sabor el cual comida elimina las lombrices en cantidad. Esta misma fruta si la hierve, cuela el agua y bebe de ella elimina los cálculos de los riñones, hace un año que yo hice la prueba.
