Güibia es, más que una hermosa zona de esparcimiento asociada a las tradiciones del Distrito Nacional, un patrimonio histórico del pueblo dominicano. Avergonzaba el abandono en que estaba un área de tanto esplendor y una de las vistas más tiernas y luminosas que tiene la ciudad.

Hubo una época en que era no sólo la gran piscina de la ciudad, sino un medio de sustento para nostálgicos pescadores que se adentraban en sus entrañas. También ha sido escenario de todo tipo de espectáculos, consolidando una tradición que ha perdurado a través de los años.

Hablar de Güibia es como hacerlo de un ícono no sólo de Santo Domingo, sino de la nación. Al estar enclavada en el Malecón y por su alcance nacional, e incluso internacional, su valor cultural e histórico es un regalo de la naturaleza que trasciende lo meramente geográfico.

Al restaurar la zona de Güibia, el Ayuntamiento del Distrito Nacional no se ha limitado a acondicionar una franja costera. Su esfuerzo va mucho más allá al tratarse del rescate de un patrimonio que forma parte del folclore, de las tradiciones y de la historia de la nación.

La remodelación de un espacio que siempre ha sido una opción para recreo y diversión de toda la familia es una de esas obras que no tienen precio. Para conectar su atractivo natural con los nuevos tiempos la restauración de la zona cuenta con áreas comerciales, de playa, servicios de Wifi, restaurantes, juegos infantiles, un gimnasio al aire libre, lugares para solearse e incluso para leer.

Hasta la seguridad ha sido tomada en cuenta a través de un sistema de 16 cámaras para monitoreo y vigilancia permanente a cargo de agentes de la Policía Nacional y Municipal. Gracias a unos colectores la gente podría disfrutar de la playa sin temor a la contaminación.

La remodelación de Güibia, que según el alcalde Roberto Salcedo es parte de la recuperación del centro histórico y del eje marítimo de Santo Domingo, es una valiosa contribución al turismo y al ornato de la ciudad. Si el área no se arrabaliza los resultados se verán más temprano que tarde.

El legendario parque Eugenio María de Hostos y la reconversión del boulevard Presidente Vicini figuran entre las obras citadas por Salcedo como parte de un proyecto del cual Güibia es la primera parte. Por todo lo que las obras representan luce atinada la decisión de que sean regidas por un clúster que vele por su conservación y utilidad.