Editorial Opinión

Por Salcedo

Por Salcedo

Un niño de seis años y un adolescente de 13 fallecieron ayer a consecuencia de las quemaduras que sufrieron a causa del fuego provocado por el encendido de fuegos artificiales el domingo pasado en el carnaval del municipio Salcedo, donde 18 personas resultaron lesionadas, cuatro de ellas aun en estado crítico.

Adriel Leonardo expiró cerca del mediodía y Ángel Santos en la tarde, ambos en el hospital Arturo Grullón, de Santiago, donde fueron ingresados con laceraciones en el 50 y 70 % de sus cuerpos, donde resultaron infructuosos los esfuerzos de médicos y enfermeras por preservarles la vida.

Salcedo ha sido sacudido por una tragedia que se suscitó al fragor de la celebración de su tradicional fiesta de carnaval, durante la cual la comunidad se regocija en el orgullo que motiva su folclor repleto de vivos colores, música y disfraces.

Tan dignos, valientes y resilientes han sido los hijos de ese municipio, que al ocurrir esa desgracia se abrazaron y se cubrieron en manto de solidaridad y esperanza, y hoy el luto por la muerte de Adriel y de Ángel arropa por igual a todos los hogares de esa laboriosa comunidad.

La gobernación de la provincia Hermanas Mirabal y la alcaldía hacen lo posible para acudir en auxilio y aliento de las familias directamente afectadas, pero se requiere sentir la mano solidaria del Gobierno y de la sociedad hacia toda la población de Salcedo.

Los cuerpos médicos, de enfermería y laboratorio de los hospitales Arturo Grullón, Ney Arias Lora y Robert Reid Cabral han laborado con ahínco en ciclópeo intento por salvar la vida a niños y mayores que sufrieron graves quemaduras en ese infausto accidente, por lo que merecen tributo de gratitud.

Se requiere que Salud Pública supla adecuada y pronta asistencia psicológica a familiares y relacionados con las víctimas de ese desventurado suceso, como también, el Programa de Medicamentos Esenciales (Promese) debe suplir las medicinas que requerirán los sobrevivientes para su plena recuperación.

La sociedad dominicana tiene que dar más en materia de solidaridad ante adversidades como la ocurrida en San Cristóbal con la explosión que causó más de 30 muertos y la tragedia que hoy acongoja a Salcedo, donde una fiesta de carnaval literal se transformó en un infierno.

El Nacional

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