Hay un post 22 de enero y un post 27 de febrero. El presidente Medina, gobierno y cogollo peledeísta están incapacitados para leer el significado de la Marcha Verde del 22 de enero del 2017 y el tsunami que ha desatado.
La indignación-movilización popular que los emplaza no puede ser percibida a través de las paredes sucias de las burbujas, repletas de lodo de corrupción y embarrada con pus de la impunidad, que los alojan.
Su régimen -asociado a encumbradas e inescrupulosas corporaciones y grupos empresariales- luce gangrenado con ellos dentro; atrapados y sin salida frente a la avalancha humana que reclama justicia a un poder que no entiende ni asimila esa palabra.
Aquí corrupción e impunidad conforman un sistema estatal-empresarial del que no pueden independizarse sus principales artífices y beneficiarios. Las complicidades, las capacidades mutuas de chantaje entre sus diversos componentes, las conexiones locales e internacionales develadas, no solo son insoslayables, además amarran, apresan, acusan…
El sistema tradicional de partidos (todos sus componentes) -con el PLD como centro, relevo y reencarnación modernizada del balaguerismo- optó por ese tipo de partidocracia auto-corrompida y corruptora, y por diversas conexiones mafiosas con el gran capital, el generalato inescrupuloso y los capos del bajo y del alto mundo de los negocios ilícitos.
Los jefes de facciones de ese poder putrefacto no pueden escapar a su dinámica degradante y destructiva, que ya ha sido bien captada por un pueblo movilizado y decidido a impugnarla.
La resistencia oficial al accionar judicial fuera de su control es proverbial. Nada de comisiones independientes. Nada que no pueda ser manipulable.
De ahí el teatro del 27 de febrero en la Asamblea Nacional. Los cínicos esfuerzos de autoprotección de Reynaldo y Danilo. La rendición de cuentos y mentiras -no solo de los seis meses de gestión- sino de años atrás y promesas futuras para abultar. La insistencia en que se confíe en un Procurador que le sirve y una Comisión “confeccionada a la medida”, nombrada por el presidente del gobierno cuestionado.
Si alguien dudaba de que a guasábara no se le debiera pedir mangos banilejos, si alguien duda que el fin de la impunidad sea inseparable del fin de este sistema, ya son muy pocos/as. La gente ha identificado la cúpula culpable. El 27… Danilo optó por el riego de la ingobernabilidad y por el uso de una fuerza que no tiene. ¡Ya verán el despliegue del tsunami verde en mayo y abril!
