Opinión

Presencia economica

Presencia economica

Es cierto que las predicciones económicas no son racionales, pues en ellas hablan los sentimientos más que la reflexión científica.

 Pero sobre el panorama económico internacional todavía persisten señales inequívocas de próximas turbulencias financieras, las cuales podrían ser asumidas como  una manifestación de la crisis económica desatada a partir de diciembre del 2007 en Estados Unidos y que se propagó rápidamente a escala planetaria.

 Los astronómicos paquetes de salvataje bancario y de estímulo fiscal implementado por los gobiernos de los países desarrollados, con el norteamericano al frente, lograron evitar el colapso coyuntural del sistema monetario-financiero internacional, al tiempo que profundizó los niveles de endeudamiento público.

 Cierto es que los vaivenes que suelen registrarse en las operaciones financieras de las bolsas suelen constituir un reflejo del valor de las acciones de las empresas, que a su vez son producto de la disminución  o ganancia de los márgenes proyectados de utilidades.

Algunos teóricos del mundo económico suelen adoptar un criterio un tanto unilateral e ideológico al momento de evaluar el comportamiento de la economía estadounidense más allá de los numeritos bursátiles.

Oriol Amat, economista de la Universidad Pompeu Fabra, con sede en Cataluña, España, es un convencido de que “donde hay un mercado libre, los precios fluctúan en función de la oferta y de la demanda”, pero deja de lado una verdad incuestionable: la llamada mano invisible del mercado es un mito. El mercado es ciego y engañoso.

De lo que se trata es de irse a los fundamentos de la economía real, esto es, la esfera de la producción. El análisis de la economía de Estados Unidos  servirá para explicar lo expuesto en el presente párrafo. 

Las innovaciones tecnológicas y las investigaciones científicas mantienen a la economía norteamericana en un lugar cimero dentro olimpo económico  mundial, a pesar de que su crecimiento económico anual ha venido decreciendo.

Y es que Estados Unidos, como toda economía, vive momentos de alzas y bajas en sus afanes productivos, comerciales y financieros. Es algo parecido a los vaivenes o cambios de estados de ánimo que suele experimentar una persona. ¿Quién de nosotros no ha estado muy alegre y al otro día amanece con el ánimo un tanto apagado?

Hablamos de los ciclos económicos. El economista ruso Nicolás Kondrátiev (1892-1931) hizo grandes aportes al análisis de las coyunturas económicas al demostrar la importancia de los ciclos económicos de duración prolongada.

No es correcto pensar que la actual crisis económica estadounidense llegó para quedarse, por los siglos de los siglos. Pero la dinámica actual de las bolsas de valores localizadas en Wall Street está  enviando señales intermitentes de preocupaciones de los agentes económicos norteamericanos sobre la actual fase de recuperación.

El Nacional

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