¿Y el virus?
En Estados Unidos la pandemia del coronavirus, que ha costado la vida a más de 100 mil personas, ha quedado relegada a un segundo plano frente a las enardecidas protestas sociales por la muerte de un ciudadano afroamericano en Minneapolis a manos de un policía blanco.
Sin respetar distanciamiento ni llevar mascarillas miles y miles de personas se han concentrado en diferentes ciudades para protestar y reclamar justicia por el caso de Geroge Floyd, quien murió asfixiado cuando tras estar detenido y esposado por la espalda el policía le colocó la rodilla en el cuello.
El suceso ha sido el detonante de violentas movilizaciones, que al menos en el caso de Minneapolis ha determinado el desplazamiento de 5 mil efectivos de la Guardia Nacional para contener los disturbios. Aunque el agente Derek Chauvin ha sido detenido y acusado de homicidio, afroamericanos, hispanos y otros segmentos califican la muerte de Floyd como un crimen racial.
Todas las restricciones contra el coronavirus se han saltado con las masivas movilizaciones que se propagan por todos los rincones de Estados Unidos. Habrá que esperar que pasen las protestas para evaluar la expansión del virus habida cuenta de que la gente no ha tomado en cuenta los protocolos sanitarios.
Es obvio que las consecuencias serán más funestas. El caso Floyd es otra lección acerca de los métodos de la Policía sobre la población negra, aunque la Casa Blanca alegue que en la nación no existe odio racial.
