Se acabó el confinamiento y ya se tiene la posibilidad de salir al aire libre con más libertad, desde que se declaró la pandemia del Covid19 en marzo 2020, por ende, la emoción de poder entrenar para aquellos que les gusta ejercitarse, ya sea por pasión, por salud o por su trabajo.
Aunque ya se puede circular con mayor libertad, todavía sigue latente la amenaza de contraer el coroavirus y hay que seguir utilizando las mascarillas, por lo que de inmediato surgen las preguntas: ¿Por qué necesito la mascarilla para ejercitarme? y ¿Cómo voy a ejercitarme con ella?
La cardióloga intensivista Pura Henríquez explica que con la mascarilla una persona se protege del contagio del Covid y protege a los demás. y que la norma actual de distanciamiento social de entre uno y dos metros parece efectiva cuando estamos quietos o parados en el interior o cuando estamos en exterior con poco viento.
“Ahora bien, cuando una persona está realizando esfuerzo físico las partículas se quedan en el aire y la persona que corre detrás puede estar respirando el llamado flujo deslizante, se está generando una nube de gotas tras ellos que se extiende más de 1.5 metros”, revela.
Dice que ante estos hallazgos se propone mantener una distancia de al menos cuatro o cinco metros cuando estemos caminando y de 10 metros al correr o rodar bicicleta y al menos de 20 metros cuando se va en bicicleta de alta intensidad.
Señala que los deportistas piensan que son de bajo riesgo, algo que no se puede negar, pero que no sabe si quienes presentan formas leves al infectarse, no tendrán en el futuro afectación pulmonar o cardíaca que les impedirá el realizar ejercicios de alta intensidad.
Henríquez recuerda que tras una infección activa el ejercicio intenso puede disminuir la inmunidad, empeorar la infección, aumentar la inflamación, incrementar la necrosis celular (muerte de la célula) y generar un sustrato miocárdico proarrítmico (aparición de arritmias) muy peligroso, por lo que no se puede descartar a los deportistas del posible daño miocárdico, incluso en caso de permanecer asintomáticos.
En cuanto al uso de la mascarilla cuando se está ejercitando, manifiesta que ésta a va a afectar lo que se llama la compensación respiratoria, ya que cuando se ejercita se necesita aumentar la capacidad respiratoria para llevar suficiente oxígeno a los músculos que estamos utilizando para nuestro esfuerzo. La especialista en cardiología indica que en condiciones normales la respiración se basa en el contenido de CO2(dióxido de carbono) en la sangre.
Cuando se alcanza el límite de la capacidad respiratoria la respiración es llevada a nivel de lactato, lo que causa que aumente y se torne pesada, siendo este el punto de transición en el cual comienza la fatiga y viene la habilidad del cuerpo para sostener un ejercicio de alta intensidad.
Agrega que hay que considerar que la mascarilla va a provocar, durante la actividad física, que el volumen de oxígeno sea insuficiente a las demandas del cuerpo, llevando a más esfuerzo respiratorio. “Si el esfuerzo es mucho puedes llegar a perder el conocimiento por lo que debes escuchar tu cuerpo”, resalta Henríquez, Coordinadora de la Unidad Cardiovascular del Hospital General Plaza de la Salud (HGPS).
UN APUNTE
Sugerencias
Tomando en cuenta todas esas consideraciones, la doctora recomienda comenzar a ejercitarse despacio e ir aumentando la capacidad respiratoria que será demandada por el uso de la mascarilla.
Además dice que es necesario recordar que se ha perdido el entrenamiento de alta intensidad por el confinamiento y se deberá recuperar lo perdido y añadirle la necesidad de aumentar la capacidad respiratoria a ese esfuerzo, por lo que se estaría cansado a mucho menos esfuerzo, menos distancia y menor intensidad.
”Con el entrenamiento aumentarás resistencia muscular, pero al usar la mascarilla aumentarás tu capacidad respiratoria que te ayudará a mejorar en ejercicios de alta intensidad”, concluye la especialista, quien además tiene su consultorio en el Centro de Cirugia Plástica y Especialidades CECIP.