Los 100 millones de dólares aprobados por el BID (Banco Interamericano de Desarrollo) para la construcción del puerto de Manzanillo representan un vigoroso impulso para una obra supuesta a generar miles de empleos. La intención del Gobierno es convertir el puerto en un punto multipolar en beneficio de la economía, pero más específicamente de la zona noroeste.

El desarrollo que se promueve beneficiará el aparato productivo, especialmente marítimo por la cercanía a la costa este de Estados Unidos.

Razón tiene el ministro de la Presidencia, Lisandro Macarrulla, al señalar que la aprobación del BID representa un paso importante para la ejecución del proyecto, que incluirá la reparación completa del puerto, así como otras obras que serán ejecutadas más adelante.

Las vías de acceso, incluida la carretera Navarrete-Montecristi, así como vías secundarias. Además del financiamiento del BID la rehabilitación del muelle se realizará con aportes privados y del sector público. Por lo que representa para el país la obra ha sido considerada de alto interés por el presidente Luis Abinader.

En la actualidad la infraestructura representa un potencial riesgo de colapso en su muelle, un área que se ha definido como una débil estructura e instalaciones que limitan una oferta de servicio funcional. El financiamiento del BID resalta le trascendencia que tiene la obra para la modernización y desarrollo del sector marítimo.