Es obvio que América Latina esperaba más que los bonos verdes de Estados Unidos entre las medidas anunciadas por el presidente Joe Biden para reducir el peso de la deuda, pero algo es algo. Y más en estos tiempos de crisis y tensiones en las relaciones internacionales.

Es importante, empero, que Washington entienda la necesidad de estrechar los lazos diplomáticos con la región, no solo para contrarrestar la presencia de China, sino para mejorar las condiciones de vida.

El fondo para la naturaleza que se creará a través del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) no deja de ser una saludable iniciativa tanto para lidiar con la deuda como para defender el medio ambiente.

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La cumbre de líderes de la Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas, celebrada en Washington, no podía concluir sin un mensaje auspicioso para la región.

Biden enfatizó que el fondo de la naturaleza estará orientado a impulsar la inversión en los denominados bonos verdes, que representarán una herramienta para amortiguar la deuda emitida tanto por entidades públicas como privadas.

Con la preocupación generada por el cambio climático, la finalidad de los bonos será financiar proyectos destinados a la mejora del entorno ambiental. Está ahora en que los países de la región puedan aprovechar la herramienta para aliviar el peso de la deuda y a la vez preservar el ecosistema ante el gran desafío que representa el cambio climático.