Articulistas

PUNTOS… Y PICAS

PUNTOS… Y PICAS

Carlos Manuel Estrella

Cuidado con Haití

De tiempo en tiempo el tema haitiano salta a la palestra para ganar espacio en la prensa en general y lograr impacto en la opinión del común de la gente sobre todo en redes sociales promovidas por figuras conocidas por el tratamiento sesgado del asunto lo que evidencia prejuicio y xenofobia.

La masiva presencia haitiana en territorio nacional es hecho innegable que adquiere características muy particulares, es parte del diario vivir y cuya mano de obra se ha convertido en imprescindible en sectores específicos de la economía, como ocurre con otros migrantes en otras partes del mundo.

La pigmea visión colectiva sobre el origen, evolución e incidencia de la migración como fenómeno global ha impedido a la sociedad dominicana afrontar el asunto con respecto a los vecinos más cercanos, unidos por historia en un caso sui generis de compartir la isla teniendo diferencias indisolubles.

Haití es ahora motivo de interés de la comunidad internacional que le ha dado la espalda en el tiempo, es un territorio prácticamente ingobernable, con crisis económica, política y humanitaria, lleno de precariedades y en un estado de desarrollo a veces casi primitivo que amerita de solidaridad global.

Como la política exterior quisqueyana con respecto al vecino es “la no política” parece que se ensayan e improvisan acciones, o más reacciones, ante sucesos del lado oeste isleño que demuestran descuido histórico al no tener a mano estrategias de seguridad, contingencia y protección del interés nacional.

Es preocupante que se practique con el vecino haitiano la diplomacia “al más alto nivel” y que el presidente dominicano tenga que actuar como vocero de la política exterior cuando debería reservarse su discurso y orientación soberano cuando la gravedad del caso lo amerita, lo demás es tema ministerial.